| | sábado, 19 de marzo de 2005 | |  | Cuando el río suena, agua trae
Los murmullos se escucharon todo el día por la radio del Comando y, sin hacerse cargo de la especie, varios oficiales de la Unidad Regional II reconocieron que había ocurrido. En tiempo y espacio, la historia se ubica el martes a la noche en la comisaría 7ª de Cafferata al 400. La aparente intención de aprovechar la orden de trasladar un preso para negociar una fuga con el reo, según la versión, hizo entrar en estado de rebeldía a vigilantes tan enterados de la pretendida maniobra como resueltos a abortarla. Al final, de acuerdo al relato, no pasó nada por el escándalo que armó la tropa el miércoles por la mañana. El recluso terminó en un calabozo de una comisaría de la zona norte. Hasta allí el relato repetido por todos lados pero que, como la cola del gato, quedó sin cascabel porque nadie se animó a ponerlo. El que sí lo hizo fue el jefe de Orden Público, Ricardo Ruiz, pero para sepultar los comentarios. "Esa versión es un chusmerío barato. Si un empleado policial sabe de alguna irregularidad debió hacer la denuncia y no hay ninguna presentada". Oficialmente no hay nada, pero la banda siguió tocando.
|
Una caída que vieron todos
Sacar un programa de radio desde exteriores suele traer aparejados problemas técnicos, aunque a veces los inconvenientes son de orden humano, demasiado humano. Eso fue al menos lo que ocurrió ayer con "Los mejores", el programa de la mañana de LT8, que transmitió desde Expochacra. En el pase de micrófono, quienes salían al aire se encargaron de contar que uno de los conductores había aterrizado en el barro. Parece que Carlos Colombo entretuvo su vista en alguno de los numerosos atractivos de la muestra y terminó con su voluminosa humanidad en el lodoso suelo. Las cargadas que siguieron al comentario no tuvieron desperdicio. Implacables.
|
Concursante que tiene ventaja
En el concurso que realizó una conocida casa de venta y alquiler de películas de la ciudad uno de los diez ganadores fue un personaje demasiado conocido del ambiente cinéfilo vernáculo. Sus contestaciones sobre los vencedores de los Oscars tuvieron un bajo nivel de error, a diferencia de lo que ocurría en la década del ochenta durante las largas conversaciones que mantenía con los amigos en boliches que ya pertenecen al legendario pasado rosarino. Gustavo Postiglione se hizo acreedor a una recompensa que él sabrá aprovechar muy bien: nada menos que un año de alquiler de películas gratis. A ver si invita a los amigos a ver una de vaqueros con Giuliano Gemma y de paso se prepara un asadito. Eso sí: que no lo invite al Nene Molina. |
| |
 | "El Papa va a morir quemado en el infierno"
Hebe de Bonafini
Titular de las Madres de Plaza de Mayo | Ver noticia  | |
| Agregar a favoritos |
 El verano se instaló en Rosario |  |
|
Copyright 2003 | Todos los derechos reservados
La Ciudad
.gif){kind=tracking}
