| sábado, 05 de marzo de 2005 | Cuando se acomodó lo ganó El partido entre David Nalbandian y Novak se empezó a jugar en el sorteo. Es que el checo eligió el lado correcto de la monedita y su opción fue recibir. Generalmente se escoge lo contrario porque el hecho de sacar primero mantiene al jugador siempre arriba en el marcador (siempre y cuando no pierda el saque, claro) y le genera presión a su adversario.
Pero esta es otra historia. Es la Davis. Y Novak sabía perfectamente que a David le iba a costar abrir el partido. Y así fue. El checo quebró en el primer game y eso fue suficiente para ganar el primer set por 6/4 en 37 minutos después de levantar, en el décimo game tres posibilidades de quiebre de Nalbandian y dilapidar tres puntos de set.
El partido del cordobés empezó segundos después. Con el inicio del segundo parcial. Hizo pie en el Buenos Aires y dominó a Novak desde el fondo. Para ello tuvo la enorme ayuda de un quiebre contundente (en cero) en el segundo game.
El segundo set arañó los 30 minutos y David se lo llevó por 6/2. A esa altura la cabeza de hielo del de Unquillo ya había retomado su tradicional temperatura bajo cero y nada lo modificaría. Sólo llegarían algunos sofocones típicos de un partido frente a un gran tenista como Jiri Novak.
El tercero fue 6/3 y el más luchado: duró 49 minutos. Otros cuarenta fueron suficientes para que Nalbandian dejara el primer punto en casa con un 6/4.
David tuvo catorce posibilidades de quebrarle el saque a Novak y sólo lo consiguió en cinco ocasiones. enviar nota por e-mail | | |