| sábado, 12 de febrero de 2005 | Conclusiones del Congreso de Pedagogía 2005 Para los educadores, la paz y la integración regional son prioridad Más de 5.400 docentes participaron en Cuba de los encuentros mundiales sobre alfabetización y pedagogía La integración de América latina, la paz y la pelea para lograr la alfabetización completa de la población fue el compromiso que suscribieron los más de 5.400 educadores de 51 países que participaron en los Congresos Mundiales de Alfabetización y Pedagogía, realizados a principios de febrero, en La Habana (Cuba).
El método cubano "Yo, sí puedo" implementado en campañas de alfabetización en la isla caribeña, aplicado también en otros países, como Venezuela, fue uno de los ejes de trabajo del Primer Congreso Mundial de Alfabetización.
Además, los más de 5.400 y las más de 1.500 experiencias presentadas, en los dos congresos reafirmaron, en la Declaración de La Habana, el compromiso de trabajar para alcanzar en sus países la alfabetización de la población de jóvenes y adultos y de sectores necesitados; además hicieron un llamado a los maestros de la región y del mundo para luchar por la unidad latinoamericana y la paz, así como para lograr toda forma de integración que conduzca al desarrollo.
La necesidad de encontrar soluciones comunes a los problemas educativos de la región fue una constante planteada en los debates de los maestros que participaron de estos encuentros, al menos así lo dejan leer las crónicas del diario cubano Granma. Y no es casual, es que la preocupación crece cuando se sabe que los esfuerzos desarrollados en las últimas décadas por mejorar la calidad educativa no alcanzan.
La Unesco ha reconocido que no es posible cumplir las metas de "Educación para Todos", ni siquiera en el 2015 (fecha fijada por el Foro Mundial de Dakar reunido en el 2000), en que millones de personas continuarán en la más absoluta ignorancia, 40 millones de ellos en esta región.
El llamado de los maestros reunidos en La Habana hizo hincapié en que "no hay libertad ni desarrollo posibles sin educación y cultura. La lucha por la paz y la democracia transita por alcanzar cada vez mayores niveles de educación, por eso una tarea de primer orden es la de alfabetizar y alcanzar los más altos niveles educacionales posibles y con la mayor calidad".
También los educadores definieron a la educación como "un derecho y una herramienta fundamental para lograr la transformación y el enriquecimiento del ser humano" y de allí que "los Estados, a través de sus gobiernos, tienen la responsabilidad ineludible de hacer esto efectivo".
No faltó la referencia a la necesidad de fortalecer la escuela pública como "una vía indispensable para garantizar la calidad de los servicios educativos, en tanto que constituye un elemento clave en la batalla contra la pobreza".
El respeto por la diversidad cultural, lingüística fue otro de los ejes en que se acordó en la Declaración de la Habana.
También se advirtió que "las experiencias de mejoramiento de la calidad de la educación reafirman que el mayor conocimiento del niño, su familia y entorno, y la interrelación entre los maestros al producirse el tránsito del niño por la escuela, son aspectos cardinales para contribuir a mejores aprendizajes y a disminuir los índices de deserción escolar".
A la hora de hablar de la educación de los adolescentes, los docentes resaltaron que se trata de un problema también común para los países de la región, en tanto que "no ha sido asumida como prioridad, ni siquiera en aquellos países que han universalizado la educación primaria".
Por eso, se propuso incentivar "nuevas y flexibles formas de aprendizaje que aseguren una educación de calidad".
El acceso a la educación superior sigue siendo en la mayoría de nuestros países privilegio de unos pocos, fue otra de las conclusiones. De allí que indicaron como urgente "brindar atención a la preparación de profesionales que asuman con compromiso social las principales transformaciones que en el orden económico y social requieren nuestras sociedades, utilizando para ello diferentes modalidades y vías de titulación".
La formación del docente y su profesionalización con un tratamiento integral siguen siendo factores claves y urgentes, destacaron los propios protagonistas de los congresos. Para esto propusieron "elevar paulatinamente la formación inicial hasta alcanzar de manera generalizada el nivel universitario, que propicie una formación científica donde prevalezca, a la vez, el carácter profundamente humanista de esta profesión". enviar nota por e-mail | | |