| miércoles, 09 de febrero de 2005 | En contra. El gobernador puso en la mira la normativa, que "genera profundas distorsiones" en los salarios públicos Obeid fustigó la ley de enganche y propuso estudiar su derogación "El aumento a los judiciales no me cayó bien", dijo. Los gremios sostienen el reclamo de recomposición Eugenia Langone / La Capital El gobernador Jorge Obeid fustigó sin medias tintas la llamada ley de enganche que permitió un aumento en los salarios de los empleados judiciales. Aseguró que la normativa "genera distorsiones profundas" y admitió: "A mí esa ley no me gusta". Pero el mandatario no se quedó sólo en las críticas, ya que se comprometió a impulsar el debate para "estudiar la posibilidad de derogar" la normativa. Mientras tanto, la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) y la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) insistieron con su reclamo de incremento del salario básico, al igual que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que exigen una recomposición.
Obeid formuló estas declaraciones tras participar del Encuentro de Municipios y Comunas de la Región Metropolitana Gran Rosario en la sede local de Gobernación. Luego, por la tarde, se reunió con el presidente Néstor Kirchner, con quien (suculento cajón de frutillas de por medio) conversó sobre temas fundamentales para la región (ver aparte).
La polémica que puso en la mira la ley de enganche comenzó la semana pasada. En medio de los reclamos de diferentes sectores de la administración pública, la normativa promulgada en 1994 por Carlos Reutemann permitió que los 3 mil judiciales santafesinos cobraran con incrementos de hasta el 30 por ciento porque establece que los beneficios otorgados por la Justicia federal deben aplicarse de igual forma en la provincia.
El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, fue el primero en plantear que este aumento "traería problemas". Y ayer el mismo gobernador manifestó su disgusto ante el aumento de salarios al sector judicial al decir: "No me cayó nada bien, como a cualquier ciudadano".
Pero Obeid fue más allá al asegurar que "habría que estudiar la posibilidad de derogarla". Incluso se comprometió a ponerse al frente de la discusión y, en ese sentido, señaló: "Voy a impulsar este debate como lo hice con la derogación de la ley de lemas, y del mismo modo que impulsaré los proyectos que están en la Legislatura y que tienen que ver con la reforma del Estado".
Además, insistió en las "distorsiones" que genera la aplicación de la ley. "Esto lleva a que haya en la provincia unos 150 directores que ganan más que el gobernador, y a que los jueces de la Corte Suprema de Justicia santafesina ganen cinco veces el sueldo del gobernador", graficó.
Y también se refirió a las jubilaciones que se ven beneficiadas a partir de la normativa. Al respecto, recordó que durante su gestión anterior presentó un proyecto de ley donde se proponía implementar un tope de 3 mil pesos. "Con el excedente de ese límite se iba a levantar el mínimo de 220 a 400 pesos -continuó-. Pero me putearon de arriba a abajo, y el proyecto nunca se aprobó".
Por eso ahora indicó que "los legisladores tendrán que participar del debate" sobre la ley de enganche, y señaló: "Ellos la votaron, así que también habrá que preguntarles".
Los gremios insisten Mientras el debate se centra ahora en la ley de enganche, los maestros siguen con su reclamo de recomposición del salario básico. Los representantes de Amsafé reiteraron ayer que sin aumento, el ciclo lectivo no comenzará. Lo mismo plantearon los docentes de escuelas técnicas, quienes el próximo 21 de febrero realizarán una asamblea de delegados provinciales.
Pero los docentes no son los únicos que van por el aumento. También UPCN y ATE vienen reclamando incrementos.
Ante esta catarata de exigencias, el gobernador reiteró que está "dispuesto a dialogar". Pero insistió con que "la política salarial se había acordado el año pasado con aumentos que incrementaron en 260 millones de pesos el presupuesto".
Además, pidió "solicitudes razonables: si estoy dando 10 y me piden uno más, quizá pueda darlo. Pero si doy 10 y me piden mil, seguro que no vamos a poder".
Por su parte, el ministro Coordinador, Julio Barberis, dijo que se están evaluando los reclamos con "preocupación y prudencia", y señaló que el gobierno intenta "dialogar con los sectores para evitar la mayor cantidad posible de conflictos". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Obeid le entregó a Kirchner un obsequio bien santafesino: frutillas. | | |