| domingo, 30 de enero de 2005 | Tenis: Serena festejó en Australia Venció a la también estadounidense Lindsay Davenport por 2/6, 6/3 y 6/0 en una hora y media La estadounidense Serena Williams se proclamó ayer campeona del Abierto de Australia al vencer en una extraña final a su compatriota Lindsay Davenport por 2/6, 6/3 y 6/0 en 1 hora y 28 minutos.
El último partido del cuadro femenino reflejó tan poco tenis como el resto del torneo y ni siquiera gozó de la emoción que se vivió en las dos semifinales. El desarrollo fue extraño y apenas se compitió de igual a igual en unos pocos juegos del segundo set por la lesión de Williams en el primer set y la "ausencia" de Davenport en el último, ya superada.
Williams logró el vigésimo sexto título de su carrera, segundo en Melbourne tras el obtenido en 2003, y séptimo Grand Slam. A partir de mañana será la número dos del mundo, siendo la primera jugadora del mundo en saltar desde un puesto de fuera del Top 5 -era la número siete- directamente al dos en sólo un torneo.
Serena confirma su regreso a la elite después de una lesión en la rodilla que le obligó a pasar por el quirófano a finales de 2003. Estuvo ocho meses de baja, lo que la sacó del panorama tenístico ante el empuje de las belgas Justine Henin y Kim Clijsters primero y de la armada rusa después.
La menor de las hermanas Williams no ganaba un Grand Slam desde Wimbledon 2003. Tras la operación volvió en marzo de 2004. Se recuperó y llegó a la final de Wimbledon y del Masters, perdiendo ambas ante la rusa Maria Sharapova y cayendo hasta el número 7 del ránking tras haber acabado número 1 en 2002.
La estadounidense ganó tras superar tres puntos de partido en semifinales ante Sharapova, al igual que en 2003, cuando también en la penúltima ronda tuvo dos pelotas de partido en contra con la belga Kim Clijsters. Es la segunda jugadora en la historia del tenis que logra ganar dos Grand Slam tras tener bola de partido en contra. La otra fue Margaret Osborne Dupont.
El primer set fue muy cómodo para la número uno del mundo, Davenport. Williams se quejaba de dolores en la parte baja de la espalda y en una costilla y sus gestos de dolor eran evidentes cuando golpeaba la pelota. No podía emplear toda su fuerza y Davenport aprovechaba para hacer valer sus poderosos golpes de derecha y revés.
En el segundo cambió el panorama. Williams pareció milagrosamente recuperada y empezó a jugar mejor. En el quinto juego, con 2-2, Davenport gozó de seis puntos de break. Williams los defendió pensando que era el juego definitivo y que no podría recuperar en su estado un break. "No me importaba perder mi brazo, pero no iba a perder ese juego", admitió.
Mantuvo su saque y quebró luego a Davenport, que comenzó a hacer más errores, en el octavo juego. Sirvió para ganar el set y lo hizo en blanco.
El partido cambió para Davenport en un visto y no visto. En el tercero Williams fue un ciclón ante la número uno del mundo, cada vez más errática e impotente ante los golpes de la menor de las hermanas Williams, que lo metía todo desde todos los ángulos y servía con fortaleza y eficacia. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Williams logró su séptimo título de Grand Slam. | | |