Una prueba de fuego para la cadena del comercio granario

Aunque la capacidad de acopio, sea en campaña o puerto, es un factor importantísimo en el manejo de la cosecha, no es el único. La capacidad de procesamiento de las industrias, la eficiencia de los puertos, la modernización del transporte y la infraestructura vial, inciden notablemente en las condiciones de comercialización.

Según coinciden distintos informes privados y oficiales, el déficit de obras viales, la modernización y ampliación del parque de camiones y la escasa participación que tiene todavía el ferrocarril en el transporte de mercaderías son los puntos más críticos.

Raúl Dente, de la Federación de Centros de Acopiadores, considera que esta campaña será una prueba de fuego sobre toda la cadena. En ese sentido, consideró que la capacidad de almacenaje estará a full pero no desbordada. Pero llamó la atención sobre otras limitantes, empezando por los insumos. "Si con la gruesa pasa lo mismo que con el trigo, donde desapareció el gasoil en medio de la cosecha, todo el movimiento será más lento y la campaña directamente será un desastre ya que estamos hablando de un volumen de granos mucho mayor", señaló.

Para Enrique Fernández, de la cerealera Hughes, la velocidad de cosecha por la incorporación de maquinaria de mayor capacidad de trabajo le pone presión al sistema. "Las entradas diarias son mayores a las de antes y para ese nivel no hay suficientes camiones en los momentos picos de cosecha". El otro punto al que le temen es a la infraestructura vial. "Ahí las mejoras han sido nulas", enfatizó.

Otro factor que incidirá, aunque todavía no se sabe en qué sentido, en la velocidad de circulación de la cosecha es el precio. El trigo, primer capítulo de la presente campaña, se comercializó a un ritmo acelerado por la buena performance que están teniendo las colocaciones externas, a pesar de los bajos precios. Esto limitó los cuellos de botella, aunque "en el sur de Buenos Aires todavía se están planteando algunos problemas", señaló Gustavo Grobocopatel.

En cuanto a la cosecha gruesa, mientras los dos años anteriores estuvieron marcados por la retención de mercadería de parte de los productores, las necesidades financieras podrían este año producir un cambio de tendencia. "Esto dependerá más de las expectativas que de los precios, habrá que seguir de cerca el mercado a término porque entre la capacidad de retención y las necesidades de los compradores se medirá la diferencia entre el precio del disponible y el del futuro. Una diferencia amplia podría inducir a retener más y allí será clave garantizarse el almacenamiento", señaló Dente.

Bertone, gerente general de ACA, cree que todavía "el clima tiene mucho para decir" antes de descontar una supercosecha. Sí señaló que ya se está haciendo sentir la presión ante la mayor cosecha de maíz "en zonas como el norte de Córdoba, donde puede haber deficiencias".

El valor que adquirió el almacenaje en este ciclo se nota en el endurecimiento de las condiciones a fijar precio por parte de las exportadoras. En el sector del acopio tradicional aseguran que no se incrementaron sustancialmente los costos, "más allá de la incorporación de las subas que se han tenido en gastos administrativos, de personal, etcétera", señaló Dente.