| domingo, 02 de enero de 2005 | Maremoto. Se confirmó que el argentino Diego Talevi y su hijo Bruno fallecieron Llega la ayuda al sudeste asiático pero hay enormes dificultades para distribuirla Funcionarios de la ONU estiman que el número de víctimas fatales por el sismo ascenderá a 150 mil Una legión de barcos y de aviones desembarcaban ayer ayuda a los millones de sobrevivientes del maremoto en Asia mientras las celebraciones del Año Nuevo en todo el mundo guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de uno de los peores desastres naturales que se recuerdan. Pero los puentes y carreteras rotas hacen exasperantemente lenta la distribución de las vituallas, mientras ya han comenzado a registrarse casos de cólera en Sri Lanka.
Ayer también se confirmó el fallecimiento del esposo de la rosarina Carolina Vardabasso, el ingeniero argentino Diego Talevi, y de su hijo Bruno, quienes figuraban como desaparecidos. Los cuerpos fueron encontrados en una morgue en Tailandia, confirmó el argentino Alberto Gitter, en tanto el coordinador para las ayudas de Emergencia de la ONU estimó que el número de víctimas mortales de la catástrofe treparía a 150.000.
El hallazgo de los cuerpos de Talevi y de su hijo de un año ocurrió el jueves pasado en la morgue de Kravi, en Tailandia, afirmó Gitter, quien ayudó a la familia del argentino en la búsqueda.
En diálogo con radio Mitre, Gitter expresó que gracias a los datos que le proporcionó Carolina pudo "encontrarlo entre cientos de cuerpos que hay en la morgue de Kravi Town".
Gitter explicó que el cuerpo de Talevi tenía la alianza matrimonial donde está grabado "Caro" y la fecha de la boda. Y añadió que el nene "también está reconocido, pero por si la familia tiene alguna duda, con la ayuda del forense israelí también se le sacaron muestras de ADN a los dos".
Carolina, la esposa del ingeniero Talevi, sobrevivió a la catástrofe y se recupera en un hospital de Kravi.
Nuevo temblor sacude la zona En tanto, el coordinador para las ayudas de Emergencia de la ONU, Jan Egeland, dijo en Nueva York que el número de víctimas mortales del terremoto y posteriores maremotos del domingo pasado en el sudeste asiático trepará hasta 150.000. No obstante, el funcionario de la ONU no descartó que la cifra real de muertos "permanezca desconocida por siempre".
Un nuevo temblor, de 7 grados de magnitud en la escala abierta de Richter y que al parecer no causó víctimas afectó ayer las costas de Sumatra e Indonesia, aumentó el drama de los sobrevivientes y se sumó a las lluvias torrenciales que afectan el área de la catástrofe.
Este temblor en Sumatra fue reportado por el ente sismológico de Pekín a las 6.25 GMT de ayer, con epicentro a 410 kilómetros del eje del sismo del domingo pasado.
Las lluvias torrenciales de las últimas horas causaron inundaciones en numerosos campos de recepción de personas que quedaron sin vivienda a causa del terremoto.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, hizo un llamamiento para mejorar la operación logística de ayuda a los países destruidos por el maremoto del domingo pasado, que según el último recuento oficial las víctimas habían aumentado a 126.630 después de que India añadiera casi dos millares de muertes más.
"Nuestros corazones lloran presenciando a miles de los muertos en las calles", dijo el presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, en su discurso de Año Nuevo.
Los equipos de rescate dicen que la ayuda ha comenzado a llegar a las áreas más golpeadas, seis días después de que monstruosas olas borraran del mapa localidades enteras y arrastraran turistas al mar o al interior en un torrente de barro y deshechos.
Todos están trabajando contra reloj ya que se calcula que hay cinco millones de personas en las zonas del desastre afrontando serias dificultades para conseguir comida y agua potable.
Segunda oleada de muertes Las autoridades sanitarias advirtieron de una segunda oleada de muertes por enfermedades contagiosas.
Helicópteros del portaaviones USS Abraham Lincoln llevaban suministros de ayuda durante la jornada de ayer a Sumatra, una isla indonesia del tamaño de Florida, donde los equipos de ayuda se han encontrado con inimaginables escenas de devastación.
Una fuerza multinacional de equipos de ayuda, aviones militares y barcos se dirigían a Asia. Pero la falta de combustible para los camiones, las carreteras intransitables y los puentes derribados impedían enviar la ayuda de aeropuertos y puertos hacia las zonas del desastre.
"Los aviones entrando y saliendo están sencillamente recargando la capacidad al límite máximo", dijo Michael Elmquist, jefe de la operación de ayuda de la ONU en Indonesia. En Sri Lanka, la segunda nación más afectada, las autoridades de emergencia dijeron que el aeropuerto estaba también sobrecargándose con la ayuda. (Reuters, DPA y Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Una mujer carga cajas de arroz que recibió de la ONU. | | |