| domingo, 02 de enero de 2005 | Un homenaje desde Viena El director y compositor Lorin Maazel hizo ayer, durante el concierto de Año Nuevo en Viena, un emotivo homenaje a las víctimas del maremoto en el sudeste de Asia al tiempo que expresó su esperanza en que "la música ayude a restaurar lo que la naturaleza y el hombre han destruido".
Maazel hizo una interrupción en la segunda parte del concierto para recordar la tragedia de Asia y mostrar su confianza en que con el lenguaje de la música los sufrimientos de la humanidad puedan mitigarse.
"Queremos ofrecer esperanza de un mundo mejor", expresó el director de orquesta, quien en varias piezas, como en el famoso pizzicato polka de Johan Strauss, tomó el violín para sumarse a la interpretación.
Además, la orquesta Filarmónica de Viena entregó durante una pausa del concierto un cheque por valor de 115.000 euros (155.000 dólares) al director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ayudar a paliar la tragedia del maremoto en Asia.
El presidente de la Filarmónica, Clemens Hellsberg, hizo entrega del cheque a Lee Jong-Wook, durante la segunda parte del tradicional concierto de Año Nuevo desde la Sala Dorada de la Sociedad de Amigos de la Música en la capital austríaca.
"Es imposible escuchar la música de la dinastía Strauss e ignorar las imágenes de la tragedia", aseguró Clemens durante el concierto de este año.
Por respeto a las víctimas del maremoto en el sudeste de Asia, este año no se interpretó la tradicional Marcha Radetzky, que suele poner colofón festivo -mediante el acompañamiento de palmas por parte del público- al concierto de Año Nuevo, retransmitido en directo por la radiotelevisión pública austríaca ORF a 46 países. enviar nota por e-mail | | |