| domingo, 02 de enero de 2005 | Maremoto. La falta de agua potable se tornó una amenaza Comenzaron a registrarse casos de cólera en algunos países afectados Cientos de miles de niños y ancianos corren riesgo de sucumbir a una peste Las epidemias, la falta de agua potable y alimentos amenazan a los damnificados en el océano Indico. Los primeros brotes de cólera se han registrado ayer en Sri Lanka, seis días después del maremoto en el sur de Asia, según confirmó el portavoz de la organización humanitaria World Vision, Soenke Weiss.
En el campamento de acogida instalado en la ciudad de Galle, en Sri Lanka, el médico local ha diagnosticado cuatro casos de la enfermedad. "Tememos que el cólera se expanda en la región como un reguero de pólvora", dijo. En el campamento hay unas 1.500 personas, entre ellas entre 300 y 500 niños huérfanos. Galle se encuentra a unos 120 kilómetros al sur de la capital de Sri Lanka, Colombo.
En Indonesia, medios locales informaron que unos 200 sobrevivientes internados en un campamento de acogida en la isla de Sumatra han manifestado síntomas de la enfermedad. Según fuentes médicas, los socorristas que trabajan en el lugar se quejan de la falta de agua potable y malas condiciones higiénicas.
Cientos de miles de damnificados en la provincia de Aceh, en Sumatra, se encuentran tan debilitados que no tendrán ninguna oportunidad de resistir a una epidemia. Especialmente niños y ancianos corren grave peligro, señaló la organización humanitaria Care International desde la devastada capital provincial Banda Aceh.
La organización informó que ya muchos niños en Indonesia están padeciendo diarreas severas y necesitan ayuda con urgencia. Advirtió de la combinación fatal que supone el hecho de que el agua del mar haya inundado el sistema de agua potable, a lo que se suma el clima cálido y húmedo propio de la región en época de lluvias y los innumerables cadáveres a la intemperie. Alertó asimismo de que el agua que la población tiene actualmente a su disposición contiene más de 50 agentes patógenos. Hasta ahora es accesible sólo un tercio de las zonas asoladas por el fenómeno.
El cólera comienza con severas diarreas, y se transforma en infección principalmente por la contaminación del agua que beben los afectados con desechos fecales. Los vómitos y diarrea llevan a una gran pérdida de líquidos que el cuerpo necesita, lo que puede ocasionar problemas en la circulación sanguínea.
La portavoz de la organización de ayuda Oxfam, Mona Lonzo, dijo ayer en Medan, en el noreste de Sumatra, que "el transporte, las comunicaciones, todo ha sido destruido". Hace dos días que no es posible llevar instalaciones sanitarias y agua potable a las regiones devastadas, apuntó. La organización Médicos Sin Fronteras informó de enormes destrucciones en pueblos, en los que ni siquiera un helicóptero puede aterrizar.
En tanto, la directora de Unicef Carol Bellamy viajó ayer hacia Asia, para conocer allí directamente la dimensión de la catástrofe natural. Según indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Bellamy se concentrará en Sri Lanka e Indonesia. (DPA y AP) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Sobrevivientes se bañan en un desagüe. | | |