| domingo, 26 de diciembre de 2004 | Juramentos y traiciones en el PJ riojano La llegada de Menem a La Rioja no solo dejó para el análisis su discurso y la movilización de los militantes para recibir a su líder. También marcó las profundas grietas políticas que se abrieron con aquellos dirigentes que vienen de su sector y que ahora tienen una buena relación con el gobierno nacional y el presidente Néstor Kirchner.
La prueba más palpable fue que el miércoles, a la misma hora en que el avión que traía a Menem desde Chile tocaba la pista del Aeropuerto Almandos Almonacid, el gobernador riojano Angel Mazza y el vicegobernador Luis Beder Herrera (también presidente del PJ provincial) se sentaban en el principal despacho de la Casa Rosada, dejando sus lugares vacíos en el palco levantado frente a la sede partidaria para recibir a Menem, lo cual abrió un sinnúmero de especulaciones.
Sí estuvieron en el palco la ministra de Gobierno riojana, Alejandra Oviedo, quien dejó en claro en su discurso para todos lo que allí estaban que su jefe político "se llama Carlos Menem". También explicó que estuvo en el escenario cuando el presidente Kirchner visitó La Rioja como represente institucional, pero que el miércoles por la noche lo hacía desde su rol de militante acompañando a su líder.
También participó de la caravana de bienvenida al ex presidente y del acto posterior la senadora nacional y hermana del gobernador, Ada Mazza.
Pero las palabras de la ministra Oviedo por poco no hicieron estallar el polvorín en que se ha convertido el PJ riojano desde la llegada de Menem. A la mañana siguiente del acto, tuvo que llamar a conferencia de prensa para desmentir su renuncia y asegurar que no había recibido ninguna reprimenda por parte del gobernador Mazza por su presencia en el acto y que, ni siquiera, se le había sugerido que no era "políticamente correcto" que se sumara a la lista de oradores.
Esta situación habría obligado al gobernador Mazza a tratar de apaciguar los ánimos con un desayuno con Menem el jueves por la mañana, aunque nadie pudo registrar una foto de ese encuentro en donde se habría mantenido -según trascendidos- una muy tensa conversación.
Evidentemente el regreso de "Carlitos", como lo llaman sus comprovincianos, abrió profundas grietas en el peronismo riojano, pero podría extenderse a toda la geografía del país. Sin ir más lejos cabría preguntarse de qué se van a disfrazar los importantes dirigentes santafesinos que se sacaban fotos y trabajaron para la campaña de Menem para las elecciones de 2003 y ahora muestran orgullosos a quien lo quiera ver el flamante carnet de entusiastas kirchneristas. enviar nota por e-mail | | |