Diversiones peligrosas

Las explosiones de fuegos artificiales y los estruendos ensordecedores de los rompeportones para algunos son expresión de júbilo, mientras que para otros son sinónimo de accidentes y graves daños. El cansancio y el alcohol excesivo durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo hacen que las personas pierdan los reflejos aumentando el riesgo de lesiones.

Consultado por La Capital el doctor Osvaldo Freddi, director de la Fundación de Ayuda al Quemado, señaló que la mayoría de los quemados que ingresan a la guardia de emergencias los días festivos son adultos dañados por el uso de pirotecnia. "Poseen abundante cantidad de pólvora y los daños pueden ser muy severos", advirtió el profesional.

"Las quemaduras más frecuentes se producen en los genitales, porque generalmente se colocan los objetos entre las piernas y a veces explotan antes de tiempo. También ocurren en manos, cara y ojos", agregó.

"Ninguno es inofensivo, ni siquiera las estrellitas, porque si cae una chispa en un ojo puede producir una úlcera", dijo Freddi.

En caso de producirse una quemadura, el especialista recomendó colocar inmediatamente agua fría y hielo con un paño o una toalla mojada en la zona afectada. "Nunca aplicar inventos caseros ni ninguna pomada ni crema", advirtió. Finalmente aconsejó dirigirse rápidamente a un centro especializado.


Altos decibeles
Poco se dice además sobre el trauma que la pirotecnia puede provocar en la audición. Una deflagración sonora de una intensidad mayor a 90 decibeles puede ser sumamente perjudicial para la audición, aunque varía también el tiempo de exposición y la sensibilidad de quien la sufre. "Un cohete o petardo que explota a más de 120 decibeles en 1 segundo y a corta distancia puede producir un trauma acústico", comentó el doctor Yakel Pasik, asesor médico de la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos.

"El trauma acústico implica una lesión en la zona nerviosa del oído y la pérdida de los agudos, y puede también presentar, en forma inmediata, vértigos, aturdimientos y zumbidos. Estos síntomas pueden durar horas y hasta días", agregó Pasik.


Recomendaciones
Por su parte, la Subsecretaría de Salud de la Provincia difundió algunas advertencias para disminuir los accidentes por pirotecnia:

u Nunca manipular los artículos, especialmente los niños. En el caso de que los utilicen, hacerlo bajo la vigilancia de un adulto.

u Adquirir sólo productos autorizados. Deben tener el control de habilitación del Registro Nacional de Armas (Renar) en un lugar visible.

u Evitar comprar productos de fabricación clandestina.


Estos productos, a diferencia de los legales, se fabrican con pólvora blanca compuesta de elementos químicos muy inestables (clorato de potasio y aluminio en polvo) que estallan fácilmente. Además, este tipo de pólvora puede detonar con un simple golpe, un roce o el aumento de la temperatura.
Menos accidentes

En el caso de utilizar pirotecnia, se recomienda enfáticamente reducir los riesgos. Para esto será necesario:

u Leer cuidadosamente las instrucciones de uso.

u No acercar la cara u otra parte del cuerpo a un artículo pirotécnico encendido.

u Las cañitas voladoras nunca deben encenderse en la mano.

u Controlar que no haya cerca líquidos inflamables que enciendan con facilidad.

u Utilizar la pirotecnia sólo en espacios abiertos, y a una distancia prudencial de las personas, animales y vehículos. Cerrar las puertas y ventanas al utilizar artículos voladores.

u Encender los elementos de a uno por vez y alejarse inmediatamente a una distancia segura.

u No tocar productos que no hayan explotado o parezcan haberse apagado.

u Detonar petardos dentro de frascos, latas, botellas u otros recipientes pueden producir graves heridas por las esquirlas.

u No guardarlos en los bolsillos (el roce o el calor pueden hacer que estallen).

u No llevar pirotecnia en el baúl del auto. Puede explotar con una pérdida de combustible o un cortocircuito.

Los fuegos artificiales atraen multitudes, pero es peligroso cuando la pirotecnia es manipulada por inexpertos.