| sábado, 18 de diciembre de 2004 | Pasión por enseñar y la calidez de los chicos Testimonios de maestras de pequeñas poblaciones. En enero se reúnen en Curuzú Cuatiá Para Elvira Fantini, directora de la Escuela Nº 230 José Pedroni de Colonia Pujol (Esperanza), dejar la escuela rural es algo impensable. "Toda la vida trabajé aquí", contesta cuando se le pregunta por su antigüedad en el cargo. Ahora está al frente de un establecimiento que enseña a 70 alumnos, comprendidos entre el nivel inicial y el 9º año de la EGB. "Los llevo en el alma, no me quiero ir de aquí, por eso no me presenté a concurso", dice sobre el examen de ascenso en la docencia.
"La escuela rural es apasionante. La soledad que se siente se compensa con la calidez de la comunidad", comenta la directora. A la hora de hablar de los problemas, admite que existen pero que son diferentes a los de las zonas urbanas. "Quizás ahora empiezan a preocuparnos más los embarazos precoces", añade al respecto.
En una realidad no muy distante a la de Elvira enseña Alina Lucía Costa. Es directora de la Escuela Nº 6.136 de Cayastacito, cerca de Laguna Paiva. Su escuela reúne a diario a 86 alumnos, que también se distribuyen en los años de la escuela obligatoria. "Desde que me inicié en la docencia trabajé en el campo. La escuela rural me cautivó y no pienso cambiarla", dice Alina para sumarse a los comentarios de las demás maestras.
Alina destaca el proyecto para atender al tercer ciclo de la EGB. "Ayuda al arraigo de los chicos en su lugar de origen". También resalta que la pobreza, como en otras realidades del campo santafesino, se siente en los alumnos de su escuela.
En otro orden, entre el 13 y el 23 de enero próximo, los maestros que trabajan en zonas aisladas se reunirán en Curuzú Cuatiá (Corrientes) en el XXVI Encuentro Nacional de Maestros Rurales Argentinos. Esta vez el nombre de la reunión será "Tlanece Macehualí" (es hora de dar frutos).
Cada año, y en pleno período de receso, los maestros rurales se encuentran para debatir sobre los problemas que les son propios, también para intercambiar ideas y modos de atender a la enseñanza rural.
El primero de estos encuentros se realizó en 1958, a instancias del ex Consejo Nacional de Educación y de la Unesco, cuando 160 maestros rurales se reunieron en Ezeiza (Buenos Aires) convocados para discutir sobre sus prácticas.
La experiencia académica se multiplicó a lo largo de todas las provincias, sin embargo, fue en la localidad catamarqueña de Icaño donde reunidos por el educador Alejandro Nogués Acuña se dieron estrategias para llevar a la práctica lo discutido.
En rigor, los maestros trabajaron sobre cómo erradicar las escuelas ranchos, mejorar la calidad de los aprendizajes y en la organización de comunidades que apoyaran a los establecimientos.
Los interesados en tener más información del congreso que se realizará en Curuzú Cuatiá, y que ha sido declarado de interés educativo por el Ministerio de Educación de Corrientes, pueden dirigirse a la representante de la Asociación de Maestros Rurales Argentinos, con sede en Santa Fe, Angela de Albert, teléfono (03465) 424827. enviar nota por e-mail | | |