| miércoles, 15 de diciembre de 2004 | Limpia. La energía eólica se plantea como una seria alternativa a las usinas termogeneradoras El viento de Patagonia podría proveer de electricidad a toda Latinoamérica Hay un plan para producir unos 300 megavatios con aerogeneradores, facturando U$S 300 millones en diez años La explotación de petróleo y las energías renovables están en general enfrentadas. En la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP-10), que se celebra en Buenos Aires, los países petroleros Arabia Saudí y Qatar se encuentran, como siempre, en el grupo de los que bloquean las negociaciones. Pero, la Patagonia expone la paradoja de tener el mayor parque de generación eólica siendo la cuna de la explotación petrolera.
En Comodoro Rivadavia, en diciembre de 1907, los pobladores realizaron perforaciones para buscar agua, pero en lugar de ello hallaron petróleo. Las reservas alcanzan para el autoabastecimiento y la exportación.
Sin embargo, el viento intenso y constante sopló durante unos 100 años sin ser aprovechado sobre los campos petroleros. Ahora, los habitantes de la Patagonia quieren fomentar también este "segundo tesoro".
Para el año 2007 la Argentina estaría en condiciones de aumentar en casi 12 veces su producción de energía eólica utilizando generadores de electricidad movidos por molinos de viento, pasando de 27 a 300 megavatios (MW), según el proyecto que presentó Fernando Petrucci, de la Cámara Argentina de Generadores Eólicos (Cadge), en el marco de la cumbre climática.
Conjugando contrapuestos Jorge Juan Corcoy trabaja en la cooperativa de energía eólica en Comodoro Rivadavia. En su familia, el espíritu pionero en el tema de energía tiene tradición: su abuelo fue uno de los descubridores del petróleo.
En el taller de la familia Corcoy se fabricaron los aparatos de perforación y los contenedores para el petróleo. Corcoy ve el potencial de la energía eólica: "El viento sopla aquí con una intensidad de 11 metros por segundo. La Patagonia es uno de los mejores lugares con viento del mundo. Esta energía la debemos aprovechar".
En 1994, la cooperativa comenzó a experimentar con la energía eólica y compró dos molinos de viento daneses.
Entretanto, en los cerros alrededor de la ciudad costera no sólo se ven los balancines de bombeo de petróleo, sino también 26 molinos de viento de Dinamarca y España.
Con una capacidad de producción de 17 megavatios, abastecen con alrededor del 17 por ciento de la energía a Comodoro Rivadavia, ciudad que tiene 150.000 habitantes. Las instalaciones ahorran actualmente unas 39.100 toneladas de dióxido de carbono por año.
Cuando en febrero entre en vigor el Protocolo de Kyoto, los países industrializados pueden contabilizar para el cumplimiento de sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero inversiones en países en vías de desarrollo, como Argentina.
La energía eólica aún está en pañales en Argentina. En la actualidad existen 41 instalaciones, con una capacidad total de 27 megavatios.
Sin embargo, los expertos estiman que el potencial eólico de la Patagonia alcanzaría para abastecer de energía a toda América latina.
"Los molinos de viento se construyen más rápido que un dique o una planta atómica, sin mencionar los desechos radiactivos", explicó ayer Juan Carlos Villalonga, director de campañas de la organización Greenpeace Argentina, junto a Juan Carlos Bertinat, del Taller Ecológico Rosario que pertenece a la organización ambientalista, en oportunidad de promocionar el proyecto de energía eólica.
En la actualidad, el país cuenta con diez sitios diferentes de generación de este tipo de energía, con una producción de 27 MW distribuidos en cinco provincias. Comodoro Rivadavia, con 24 aerogeneradores, es la ciudad con mayor potencia instalada (17,2 MW).
De acuerdo con los especialistas, los montos totales que supondría este tipo de generación de energía, presuponiendo una evolución de las tarifas del mercado eléctrico, serían de 300 millones de dólares a los largo de 10 años.
Esos recursos económicos se obtendrían del propio mercado eléctrico, que remunera a los generadores con los precios mayoristas de la energía. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Bertinat, Villalonga y Petrucci frente al arca de Greenpeace en el Obelisco. | | |