| miércoles, 15 de diciembre de 2004 | Fierros para soñar Peugeot 907: el rey de la selva La casa del león reveló en París este concept que explora el mundo de las Coupé GT Uno de los autos más llamativos del último Salón de París estaba en el stand de Peugeot. Un auténtico superdeportivo, de diseño enmarcado en el aire de familia de la marca pero con una fuerte influencia retrofuturista. Se trata del Peugeot 907, un concept car que difícilmente llegue a producción, pero que como ejemplar único proporciona la visión de la casa francesa de "un vehículo fuera de norma, destinado a trascender los valores de la marca", aseguran.
El 907 está concebido como una Coupé GT (Gran Turismo), y por eso la dinámica y la estética van de la mano hasta el límite: su poderosa figura esconde un motor V12 de 6,0 litros de cilindrada que desarrolla una potencia máxima del orden de los 500 caballos.
Este impulsor está colocado longitudinalmente en posición central (detrás del eje delantero), y se acopla a una caja puente longitudinal de seis marchas ubicada delante del eje trasero y de accionamiento secuencial.
La estructura está principalmente constituida por una carrocería de fibra de carbono sobre la que se fijan elementos mecánicos tales como los sistemas de dobles triángulos de la suspensión de cada rueda.
La distancia entre ejes es de 2.500 mm, la longitud es de 4.370 mm, mide 1.880 mm de ancho y apenas 1.210 mm de alto, mientras que el peso aproximado es de 1.400 kg.
El habitáculo está previsto para que viajen dos personas con la máxima comodidad, y está deliberadamente ubicado justo delante del eje trasero para desarrollar así un larguísimo capot.
El interior está tapizado en cuero marrón y apliques grises, con incrustaciones de madera en distintos lugares. El panel del instrumentos es digital pero con una presentación al estilo de los analógicos. En el centro del tablero tiene una pantalla del tipo touchscreen, conectada a una computadora con navegador satelital GPS y reproductor de MP3, entre otros ingenios.
En este concept la superficie acristalada es máxima, con un gigantesco parabrisas que sin interrupciones se vuelve techo, y continúa la transparencia con la luneta. Además, el capot tiene una superficie acristalada en el centro que permite ver los doce tubos de admisión sobre la tapa de cilindros, "evocadores de música mecánica", afirman desde Peugeot por su similitud con los tubos de un órgano.
En los alerones delanteros se han diseñado aberturas laterales para la aireación, al igual que en los montantes de la parte trasera. En tanto, el portón del baúl esconde un alerón retráctil que se levanta a altas velocidades.
Como para completar su imagen poderosa, el 907 fue equipado con llantas de 18 pulgadas que calzan neumáticos Michelin 275/40 R18 en las ruedas delanteras y 345/35 R18 en las traseras.
Este Peugeot 907 es un "fierro para soñar" más que nunca ya que es un prototipo único. No obstante, muchos de los elementos que lo constituyen, tanto en lo tecnológico como en lo estético, en el futuro se podrán ver en autos de serie de la marca.
Con el 907, los diseñadores de Peugeot recuperaron los códigos genéticos de los automóviles legendarios, con una nueva interpretación a partir del uso de las nuevas tecnologías. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |