 | lunes, 13 de diciembre de 2004 | La "contra" de los festejos rojinegros: los que no pudieron dormir La mitad de Rosario festejó anoche la obtención del título por parte de Newell's Old Boys, pero muchos cambiaron la celebración por un reparador descanso. Aunque no fue tarea fácil dormir en medio de bocinazos y bombas de estruendo.
Quienes debían levantarse temprano para ir a trabajar en la mañana de hoy fueron los más perjudicados. Hasta entrada la madrugada los más fanáticos no querían abandonar los ruidosos festejos.
“Fue un desastre. Los festejos son fantásticos porque realmente una ocasión como esta es para celebrar. Pero no pudimos dormir por las bombas de estruendo”, dijo una vecina de Pellegrini y Entre Ríos. Hasta aseguró que debió apelar a un “recurso extremo” para tranquilizar a la mascota de la casa: “Le di un Trapax a la perra porque casi se me muere”, enfatizó.
Lo cierto es que, enfundados en banderas rojinegras y con las voces desgastadas de gritar toda la noche, ya con la luz del día algunos automóviles seguían haciendo recorriendo avenida Pellegrini, sin dejar de hacer sonar sus bocinas.
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