| domingo, 05 de diciembre de 2004 | Mostró la chapa Rugby: Sudáfrica marcó las diferencias ante Los Pumas Pablo F. Mihal / La Capital Se sabía que la lucha entre Springboks y Pumas iba a ser desigual. Las realidades de uno y otro eran opuestas y eso quedó evidenciado en el marcador. Un contundente 39 a 7 fue la muestra cabal de que todavía al rugby argentino le resta mucho camino por recorrer para parecerse a las potencias.
Ayer los sudafricanos no hicieron otra cosa que mostrar la cruda realidad, que para ser parte de la elite no solamente hay que serlo sino también parecerlo. Irónicamente muchos dieron rienda suelta a sus ideas al decir tras los 80 minutos. "¿Y nosotros pretendemos jugar el Tres Naciones? Hay que hacer cambios, muchos cambios". Pero así es la idiosincrasia del argentino.
Hace 15 días tras el triunfo frente a Francia Los Pumas eran Gardel y ayer ante los Springboks Palito Ortega y encima desafinando. Ni una cosa, ni la otra. Lo cierto es que la derrota sufrida en la cancha de Vélez marca que falta bastante.
Más allá de las bajas que presentaron Los Pumas, ayer entró en la cancha lo mejor que había en stock, pero con eso no alcanzó ni siquiera para ilusionarse. El equipo nunca apareció y si no terminó en una goleada mayor fue porque en el complemento los sudafricanos levantaron el pie del acelerador y regularon a su antojo el trámite de un partido que ya tenían en el bolsillo.
Fallas en la marca, falta de contundencia en tackle, poca obtención fue un cóctel demasiado fuerte para la salud de Los Pumas. Sólo algunos arrestos individuales dieron algunas pinceladas de alegría a la gente que colmó el José Amalfitani.
Los primeros minutos fueron los más parejos del partido. Sin embargo en ese corto lapso Los Pumas ya habían mostrado fallas en la primera línea de defensa, con un tackle endeble que invitaba al ataque visitante a hacerse un picnic. Los sudafricanos, atentos a ello, empezaron a usar su tradicional juego de desgaste para luego darle vértigo a cada jugada.
Argentina se refugió prácticamente del medio del campo de juego para atrás e intentó contragolpear. Pero no le fue bien. Para hacerlo, el motor debía tener todas sus piezas bien lubricadas cosa que nunca ocurrió. Manasa Fernández Miranda (tuvo una actuación lamentable a tal punto que se retiró del campo de juego silbado por el público) jugó a una velocidad distinta de Pichot y cuando tuvo que tomar las decisiones se equivocó.
El primer try sudafricano El primer try sudafricano (de Joubert, convertido por Du Toit) llegó por un error suyo. Intentó un sombrerito (como si estuviera jugando en Hindú) y su kick fue tan defectuoso que la marca sudafricana no tuvo inconvenientes a taparlo y generar un contragolpe que resultó letal. Fue un golpe del que Argentina no se pudo reponer.
Con potencia y velocidad, Sudáfrica empezó a abrir surcos en la última línea argentina, cada vez más vulnerable. A los 11' el fullback Du Toit estiró las cifras con un penal y tres minutos después aterrizó en el ingoal argentino sin marca encima. Como si fuera una práctica con oposición Sudáfrica seguía haciendo su trabajo. Y no se conformaba.
Pocos minutos después un nuevo error (otro kick tapado, esta vez al debutante Tiesi) seguía aumentando las cifras el quince visitante. Cronje anotó y puso a Argentina de rodillas. Los Pumas estaban para el cachetazo y sin reacción vieron como el mejor equipo del mundo (como lo premió el IRB) hacía lo que quería. Esto quedó de manifiesto en la jugada siguiente donde nuevamente el octavo de Blue Bulls llegó al try dejando en el camino muchas voluntades y pocos tackles.
Pasada la media hora Du Toit volvió a embocar un penal y estiró aún más las diferencias. El 36-0 ya era paliza y Los Pumas no aparecían, y cada vez que lo hacían se equivocaban, producto de no soportar la presión de su rival.
Lo mejor de Los Pumas se vio en los últimos minutos del primer período y la mejoría tuvo que ver con el rendimiento de los forwards. Jugando corto, los argentinos hilvanaron una jugada que terminó en el ingoal sudafricano y que, video ref de por medio, convalidada por el árbitro inglés Chris White. Fue el try del honor. Y nada más.
En el segundo tiempo los Springboks mostraron otra faceta. Se dedicaron más a cuidar el marcador que a generar juego. De hecho solamente un penal de Du Toit modificó el tanteador. En ese contexto Argentina levantó un poco (solamente un poco) la producción, aunque nunca encontró los caminos. Cambió un poco cuando Hernández pasó a jugar de apertura pero la suerte ya estaba echada. Para Los Pumas el año había terminado. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Más allá de las ausencias, Los Pumas no estuvieron a la altura de las circunstancias. | | |