Escándalo. El artista dijo que quiere iniciar una acción para evitar la "Amenaza del Castigo"

León Ferrari mantiene su muestra y lamenta que lo llamen blasfemo

Denostó a quienes lo atacaron. Desde la otra vereda, monseñor Laguna le dijo que "ha ofendido a mucha gente"

El artista plástico León Ferrari, autor de la polémica muestra que se exhibe en el porteño Centro Cultural Recoleta y que generó fuertes críticas de la Iglesia e incidentes de creyentes que rompieron instalaciones, aclaró ayer que va a continuar con la exposición y lamentó que lo acusen de "blasfemo".

Por su parte, el ex arzobispo de Morón Justo Laguna se sumó ayer a la polémica que el artista desató con su obra y le pidió a Ferrari que "se tranquilice, que reflexione, porque ha ofendido a mucha gente" del catolicismo. Sin embargo, Laguna aclaró estar en contra de "esos grupos que hacen líos", en referencia a los dos hombres que anteanoche fueron detenidos tras causar serios destrozos en la muestra mientras gritaban "Viva Cristo Rey".

En tanto, a pesar de las duras críticas de sectores de la Iglesia, la exposición ayer continuaba abierta con el apoyo del gobierno porteño. La muestra, que anteayer fue visitada por 2.800 personas, fue calificada de "blasfema" en una carta que hizo pública el cardenal Jorge Bergoglio, pero también fue defendida por más de dos mil artistas, intelectuales, periodistas y asociaciones de derechos humanos.


"Una humilde opinión"
"Yo me limito a dar una humilde opinión y la Iglesia me contesta con toda su jerarquía y me acusa de blasfemo", dijo Ferrari ayer a la mañana. El artista también respondió a los que causaron destrozos en la exposición, cuyas mayores críticas se centraron en un frasco lleno de preservativos con la foto del Papa, y una imagen de la Virgen María. En la gresca resultó detenido por error el periodista de La Capital Rodolfo Montes (ver aparte).

"Les digo a las personas que rompieron, que en contra de su voluntad han transformado esta obra de arte en otra obra de arte. Le voy a proponer al (Centro) Recoleta que quede así, como una muestra de lo que el cristianismo es capaz de hacer cuando uno trata de negar el castigo del que piensa diferente", enfatizó el artista.

Ferrari señaló que "provocativa es más bien la Iglesia" y no descartó "iniciar una acción" contra ésta por considerar que "es delito la amenaza del castigo".

"La Iglesia me contesta con toda su negativa, me acusa de blasfemo, no sé si saben que la blasfemia está condenada con la muerte por lapidación", advirtió.

Agregó que "si bien no creo que (el cardenal Jorge) Bergoglio piense eso, los discípulos o la gente que estudia en los colegios religiosos puede interpretarlo así y empezar por romper las cosas", señaló Ferrari.

"Creo que tendría que iniciar una acción para evitar la amenaza del castigo" y además, "la amenaza del castigo, ya es un castigo", agregó.

En ese marco, Ferrari volvió a cuestionar la postura de la Iglesia sobre "el castigo a los que piensan diferente".

"Lo que espero es que la gente se dé cuenta de lo que significa una sociedad donde una parte cree que se debe castigar al que piensa diferente, es todo lo contrario a los derechos humanos", enfatizó.


Laguna marca límites
El ex obispo de Morón le respondió y apoyó la postura del cardenal Bergoglio. "El arte es una cosa muy complicada, tiene muchas facetas y modos de ser interpretada, pero creo que el cardenal estuvo muy bien porque no se puede estar todo el tiempo con injurias, con blasfemias, hay ciertos límites", afirmó Laguna.

El prelado dijo "respetar absolutamente el arte", pero consideró que en este caso "ha sido una cosa mal llevada".

Laguna consideró que "lo que tiene que ver con la Virgen es una cosa muy desagradable, le pusieron una tapa de preservativos" y comparó que "si a los islámicos se lo hacen, creo que lo acuchillan".

El ex obispo dijo que la muestra quizás no hubiera generado tanta polémica "si la hubieran hecho en el fin del mundo, pero hacerla en un convento de los más antiguos que tiene el país, en la Recoleta, resulta una ofensa", opinó. (DyN)

Una de las obras de Ferrari que se expone en el porteño Centro Cultural Recoleta.