| domingo, 05 de diciembre de 2004 | Michael Haradom: "La responsabilidad social se ve en lo que pagamos a la gente" En una clase magistral de lo que hoy muchos gustan llamar responsabilidad social empresaria, el titular de la compañía de agroquímicos brasileña Fersol, Michael Haradom, dejó demostrado cómo es posible hacer del respeto a los derechos humanos, de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto, la política de una compañía.
Durante su disertación en el cierre de la ronda de negocios de Articular Pymes Rosario, el empresario que pilotea una firma de más de 350 trabajadores, dejó en claro que "la creación de conciencia crítica" garantiza "que haya gobiernos a favor de las pymes y de los trabajadores".
Considerado como un "bicho raro" entre sus pares, pero muy convocado a la hora de hablar de la responsabilidad social de las empresas -un tema que hoy está muy de moda entre la dirigencia empresaria argentina- Haradom va más allá de los snobismos.
Quien se considera "estar empresario" y no "ser empresario", dijo que la gran bisagra entre las buenas intenciones y los hechos está "en el momento de la distribución de la riqueza".
"El gran divisor de aguas está en lo que pagamos a la gente y no me digan que no es posible repartir los dividendos, algo que no sólo representa dinero sino calidad de vida y medio ambiente", dijo.
A la hora de los ejemplos concretos Haradom explicó que Fersol "invierte el 15% de las ganancias puras -sacando los impuestos a las rentas- en acciones sociales y ambientales".
"Porque es muy fácil, cuando los empresarios tienen que pagar el impuesto y, en lugar de hacerlo, hacen acciones sociales y mucha propaganda. Están saludando con el dinero del pueblo", criticó.
La empresa que comanda este brasileño de San Pablo es una antítesis de los modelos de ajuste basados en reducción de costos a partir de la mano de obra, muy usada en la década del 90 en la Argentina.
Por caso, en 1996 lo que es considerada una pyme por su tamaño en Brasil y cuando la empresa atravesaba una dura crisis de endeudamiento, aumentó los sueldos de sus trabajadores, contrató trabajadores descartados por el sistema capitalista formal y creó una escuela de formación política, filosófica y de liderazgo social.
"Hoy tenemos una biblioteca, una escuela para 500 personas de la comunidad y 100 capacitándose en la parte digital, todo financiado por la empresa", dijo Haradom, quien consideró a esto "no como un costo grande sino como una inversión muy barata".
Fersol cuenta hoy con un 65% de trabajadoras mujeres, un 40% de afroamericanos, un 26% de gente de la tercera edad y un 3% de discapacitados.
Gestión o política Haradom está convencido de que se pueden generar todas las redes empresarias del mundo y de hecho bregó por esto, pero advirtió que "todo pasa por la política".
"Si no tenemos poder político las cosas son más difíciles, porque con una ley se puede terminar con cualquier cadena productiva o cualquier pyme", dijo el empresario brasileño, para quien "se pueden crear leyes para facilitar o para dificultar". enviar nota por e-mail | | |