Rugby: Duendes, finalista del Nacional

Pablo F. Mihal / La Capital

Dicen que la única batalla que se pierde es la que se abandona. Ejemplos hay muchos y en varios órdenes. En rugby, sin ir más lejos, una muestra cabal la dio ayer Duendes en una de las semifinales del Nacional de Clubes, en la ajustada victoria frente a Tala por 20-19 en su visita a Villa Warcalde.

Ese fue quizás el gran secreto del verdinegro. Al igual que contra Alumni, una semana atrás, ayer contra Tala hizo gala del orden, la conducta y del temperamento para construir un triunfo que lo colocó en la final del Nacional de Clubes 2004. La parada era difícil pero para los de Las Delicias era una cuestión de honor.

Haciendo un parangón con el partido de Alumni, ayer tuvo más la pelota pero también mostró algunas imprecisiones (sobre todo en el primer tiempo) que le complicaron el panorama. Problemas en el line y en un scrum que en algún momento llegó a dominarlo, complicaban la obtención. Sin embargo, a partir de una sólida defensa recuperó muchas pelotas y demostró que también sabía atacar.

El trámite del cotejo, en líneas generales, fue muy parejo. Quizás Tala fue algo superior en materia ofensiva pero no sacó grandes diferencias como para certificar ese dominio. El local logró sacar 10 puntos de diferencia faltando cinco minutos para el final del primer tiempo, sin embargo Duendes no se entregó (nunca lo hace) y tuvo una levantada que abrió un gran interrogante para lo que podía pasar en el complemento. El 13-9 certificaba que nada estaba dicho.

En el segundo tiempo, Duendes se soltó y el marcador se volvió cambiante. El triunfo pasaba de una mano a otra gracias a la puntería de sus pateadores. Promediando el período Tala volvió a estirar las diferencias y se puso 19-15. A los 35' Gastón Graco desaprovechó un penal desde una posición factible y esto marcó un quiebre en el partido. Duendes sabía que las pocas oportunidades que le quedaba tenía que aprovecharlas bien. Y así fue. A los 38' Román Miralles apareció como un fantasma quebrando la línea de Tala, recorrió el ingoal y estampó su firma de palomita, bajo los palos. Fue el try del triunfo, gracias al cual todos los verdinegros pudieron festejar dando rienda suelta a un grito contenido. Ajustado pero justo, Duendes consiguió un nuevo triunfo, pero no uno cualquiera. Fue el que lo colocó nuevamente en la final del Nacional, un lugar sólo destinado a los grandes.

Agustín Bianchi intenta sortear un tackle de un jugador cordobés.