Charla de café. El gobernador y el intendente evaluaron cómo se llega al megaevento cultural

"El congreso es el punto de inflexión para ubicar a Rosario en el mundo"

Así lo aseguraron Obeid y Lifschitz, quienes también analizaron cómo será el futuro de la región

Laura Vilche y Diego Veiga / La Capital

"¿Quién lo hubiera pensado Miguel, ahora de viejos somos modelos", le dice el gobernador Jorge Obeid al intendente Miguel Lifschitz minutos antes de que el fotógrafo los retrate a metros del teatro El Círculo, donde el miércoles -a las 11- se inaugurará el III Congreso Internacional de la Lengua Española. Se muestran distendidos, bromean y hasta confiesan sentirse "muy seguros" de que el evento "será todo un éxito". La Capital los convocó para que a tan sólo tres días del inicio analicen cómo se llega y pronostiquen qué pasará en Rosario de aquí en adelante.

La charla surge espontánea y, café de por medio, se muestran como un matrimonio bien avenido. Uno habla y el otro asiente e inmediatamente cambian los roles. Confiesan tener los mismos gustos literarios y remarcan que el evento cultural "será el punto de inflexión para ubicar a Rosario en el mundo".

-Ya llegamos al congreso, ¿se sienten tranquilos?

Jorge Obeid: Para nada. Recién estaré relajado el sábado 20 a las 18, cuando termine el congreso. Estoy tensionado, pero soy optimista.

Miguel Lifschitz: Uno siempre tiene ansiedad, pero estoy muy tranquilo. Se trabajó mucho y no hay indicios para pensar que algo afectará el éxito del evento.

-¿No quedó nada en el tintero?

ML: No, los objetivos se cumplieron: la refacción de El Círculo y el entorno del Parque de España, el mejoramiento general de la ciudad, las obras en los accesos, el aeropuerto. Todo se cumplió.

-¿Necesitaremos anualmente un congreso de este tipo para que se arreglen la ciudad y la región?

JO: Creo que el congreso fue una gran excusa para proyectar a Rosario culturalmente al mundo. El evento debe ser un punto de partida. Todas las inversiones que se han hecho tienen que dar lugar a nuevas iniciativas. Comparto el optimismo de Miguel, las cosas se han hecho bien y se trabajó en equipo, sin egoísmos, sin mezquindades entre los distintos ámbitos.

-Sí, en equipo, pero la propaganda del evento la hicieron por separado...

JO: ¿Qué tiene eso de malo? De ninguna manera empaña lo esencial. Cuando nos juntamos con Miguel en enero de este año nos propusimos un montón de tareas en común y con respecto al congreso coincidimos en trabajar hombro con hombro.

ML: Y lo que creo más importante es que también hubo gran participación de la sociedad: empresarios que contribuyeron económicamente y los propios ciudadanos. Da mucha satisfacción ver cómo la gente mejoró los frentes de sus casas, negocios y vidrieras.

-Definitivamente hay que pensar en un evento similar para el año que viene...

ML: Sí, seguramete (risas). En realidad creo que el mejor saldo de este congreso es que nos deja una mayor autoestima a los rosarinos.

-Una autoestima tan alta que algunos hasta llegaron a decir que Rosario se parece a Nueva York...

JO: (Más risas) Lo dije y lo ratifico, porque visualizo como muy positivo la capacidad de los rosarinos de tomar como suyos grandes temas como el puente Rosario-Victoria, el Plan Circunvalar y este congreso. Es conmovedor entrar a un bar o subirse a un taxi y que la gente nos aliente y nos diga "¡Vamos con el Congreso de la Lengua!".

ML: Sí, la gente nos tira buena onda...

JO: Además dije que Rosario es como Nueva York, una ciudad que no es la capital de Estado Unidos ni de su estado pero es la más importante del país. Estoy convencido de que proyectando los niveles de crecimiento de las ciudades más grandes del país, Rosario en poco tiempo será la más importante. No olvidemos que Capital ya no tiene capacidad de seguir creciendo. Acá se están construyendo 300 edificios y se inauguran shoppings. Le veo una potencialidad espectacular a esta ciudad.

ML: Rosario también es receptora de la bonanza de la región y la provincia y esto impacta directa e indirectamente.

-¿Y cómo analizan el contraste que se da en Rosario, el de una urbe en crecimiento y con un sector de la población que es indigente (un 20 %), está desocupada (el índice es de 14,3 %) o vive con un plan Jefes y Jefas (hay 47.232 beneficiarios).

ML: Ese es nuestro mayor desafío. Estamos haciendo un gran esfuerzo para mejorar las condiciones de vida de la gente en materia de salud pública, políticas sociales y de infraestructura de los barrios más periféricos. No obstante, hay que tener en cuenta que eventos de esta magnitud traen beneficios para la ciudad porque sirven para generar visibilidad de Rosario, para promover la actividad económica, el empleo y motorizar el turismo.

-Una vez que culmine el congreso, ¿seguirán provincia y municipio trabajando juntos o se terminó el matrimonio ?

Lifschitz y Obeid cree que el Congreso de la Lengua "será un éxito".