Año CXXXVII Nº 48569
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Información Gral
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 10/11
Autos 10/11
Turismo 07/11
Mujer 07/11
Economía 07/11
Señales 07/11
Educación 06/11
Campo 06/11

contacto
servicios
Institucional

 viernes, 12 de noviembre de 2004  
Duelo en Medio Oriente. Las estancadas negociaciones de paz
Los palestinos ante una prueba crucial
La nueva dirigencia deberá superar escollos internos y recibir el respaldo mundial para la creación de un Estado

Carsten Hoffmann

Jerusalén. - La muerte de Yasser Arafat ha abierto un nuevo capítulo en Medio Oriente. Uno de los primeros en sentir cambios en la dirección del viento político, que a nivel internacional se entienden como una oportunidad para avanzar en el proceso de paz, fue el primer ministro israelí, Ariel Sharon. Los principales aliados del jefe de gobierno israelí para una retirada de la Franja de Gaza se distanciaron públicamente de dar pasos rápidos y unilaterales que hasta ahora habían sido efectuados sin contar con los palestinos. "Si existe un interlocutor no hay motivo para no hablar con él", dijo el ministro de Justicia, Yosef Lapid.

Y es que la existencia de Arafat en la cúpula de las principales organizaciones palestinas y su poder autoritario sobre el gobierno palestino habían sido los argumentos de Sharon para justificar el motivo de por qué no podían realizarse negociaciones con los palestinos. En vez de ello, Israel ha construido una "valla de seguridad" (muro de separación para los palestinos) a lo largo de la frontera con Cisjordania para impedir el paso a terroristas que en algunos tramos se adentra profundamente en las tierras que los palestinos reclaman para su futuro Estado.

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, exigió que la muerte de Arafat desencadene en todo el mundo mayores esfuerzos para ayudar a que los palestinos obtengan su Estado por una vía pacífica. Y el presidente francés, Jacques Chirac, que veló el cuerpo de Arafat en París, llamó a la aplicación de la "hoja de ruta" (un plan de paz en varias etapas para solucionar el conflicto en Medio Oriente, al final de las cuales se prevé la existencia de un Estado palestino independiente y pacífico junto a Israel). Sin embargo, Sharon ya dijo que Israel mantendrá la iniciativa de Gaza mientras los palestinos no apliquen ese plan.

Por el momento por tanto, la pelota está en el campo de los palestinos. Tras días de preparativos en el cuartel general en Ramala, en las primeras horas tras la muerte de Arafat nombraron un cuarteto dirigente que representa a la "vieja guardia" del líder palestino. De acuerdo con la Ley Básica (Constitución palestina), en el marco de 60 días deben celebrarse nuevas elecciones presidenciales.


Terreno conflictivo
Sin embargo, los comicios están entre signos de interrogación. Y es que los actuales dirigentes, consideran los observadores, tienen muy poco que ganar con unas elecciones, debido a que gozan de escasa popularidad entre la población. En recientes encuestas, el primer ministro, Ahmed Qurei, y su sucesor y ahora jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, quedaron en los últimos puestos de la escala de favoritos políticos.

Cuando Arafat no ha sido siquiera enterrado aún, sus milicias ya han mostrado sus armas amenazantes a la nueva cúpula. Enmascarados, armados y lanzando disparos al aire, las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, que a partir de ahora se llamarán Brigadas del Mártir Yasser Arafat, marcharon por el centro de Ramala. Y amenazaron de muerte a los seguidores de Arafat si tratan de "vender" los intereses palestinos.

La cúpula directiva transitoria pisa por lo tanto un terreno resbaladizo. Israel espera una actuación dura contra las organizaciones extremistas y los atentados, cuestión que pone como condición "sine qua non" a cualquier concesión. Mientras la mayoría de los palestinos saludaría un alivio de las condiciones diarias en los territorios ocupados, cualquier concesión a las demandas israelíes podría ser castigada. En los territorios palestinos reina además una gran preocupación ante posibles violentas luchas por el poder.

En Israel se cuenta además con que el mundo dará un fuerte respaldo a una cúpula palestina moderada para la creación de un Estado independiente reconocido. Este Estado ha quedado hasta el momento reducido a una visión, mientras que las instituciones palestinas son supuestamente provisionales.

Por ello, sorprende poco que también el entierro de Arafat no se considere como la última palabra. La cúpula palestina pretende enterrarlo allí pero con tierra traída de Jerusalén, adonde aspira a trasladarlo en el futuro, algo que Israel se opone radicalmente. (DPA)
enviar nota por e-mail
contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
El líder palestino durante su exilio en Líbano.

Notas Relacionadas
Arafat recibe funerales en Egipto para luego ser sepultado en Ramala

Piden una autopsia

Clinton: "Perdió una gran oportunidad"


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados