Nuevas patologías relacionadas con cambios en el trabajo

Belén Travesaro / La Capital

"Los cambios en el mundo laboral de los últimos años asociados con la globalización, las tecnologías, los contratos informales de empleo y las crisis económicas, afectan la psiquis de los trabajadores generando, entre otras alteraciones, trastornos del narcisismo, adicción al empleo y depresión", afirmó a La Capital la psicóloga uruguaya Carolina Moll, especialista en gestión de recursos humanos. La profesional montevideana estuvo en Rosario para participar del VIII Congreso Nacional de Psicodiagnóstico y las XV Jornadas Nacionales de Adeip (Asociación Argentina de Estudio e Investigación en Psicodiagnóstico). El encuentro incluyó temas de psicología laboral, actualización en Rorschach, evaluación de la personalidad desde la perspectiva cognitiva, construcción de modelos de evaluación y problemáticas clínicas en el psicodiagnóstico, entre otros.

Según Moll, el trabajo tiene un valor central en la vida del hombre en cuanto a que es organizador, vía de socialización y otorga un determinado estatus. Con las crisis económicas de los últimos años, tanto en Uruguay como en Argentina, que provocaron rebajas en los sueldos, cambios de tareas, pérdidas de puestos laborales, entre otras consecuencias, "esa centralidad se fue perdiendo. Esto influyó en el crecimiento de trastornos del narcisismo referidos a una pobre valoración hacia sí mismo o autoestima baja, lo que condujo a más casos de depresión", expresó Moll.

Los trastornos aparecen con frecuencia en los hombres -agregó la profesional-, ya que ante una vacante laboral tienen que competir con mujeres, cuando en nuestra cultura está aceptado que el sostén económico de la familia es el sexo masculino.


Más competencia
Según Moll la globalización llevó a una mayor competencia a nivel regional y mundial. Esto puede llevar a la adicción al trabajo, la persona vive para su empleo, desempeña su tarea durante gran cantidad de horas y no sabe qué hacer con el tiempo libre. "En estos casos niega su adicción y busca justificaciones para darle sentido a su comportamiento. Así aparece la fatiga física y emocional, desafectivización de los vínculos e incremento del narcisismo", especificó la especialista, quien añadió que "la negación hace que en general puedan darse cuenta de lo que les sucede únicamente ante una crisis, sea la pérdida del trabajo o problemas familiares graves".

Por su parte, los contratos informales de empleo no incluyen ciertos beneficios que la empresa otorga a sus empleados lo que lleva a que no se desarrolle el sentimiento de compromiso y de pertenencia hacia la institución. El achicamiento del tiempo de permanencia en un empleo genera inseguridad y menor compromiso.

"El concepto central de la época de Taylor era la especialización, si bien esto no se ha dejado de lado completamente, actualmente los cargos son más polifacéticos. La persona tiene que ser capaz de desarrollar tareas y funciones diferentes, y la empresa debe facilitar la capacitación para que puedan adquirir las habilidades que no poseen", acotó.


Preparación para el despido
En relación a los desempleados, Moll comentó que en general sufren de sentimientos de exclusión social, vulnerabilidad y culpabilización (se culpan por haber perdido el empleo y consideran que ellos podrían haber hecho algo para evitarlo). "Esto puede traer aparejado trastornos familiares, alteraciones orgánicas e incluso algunos, llegan a la depresión. Creen que no sirven para nada, tienen baja el autoestima y se descalifican", subrayó.

Para evitarlo la profesional considera ideal que las empresas se ocupen de preparar al empleado que será despedido para que pueda asumir lo que le pasa y evaluar de antemano otras posibilidades de inserción laboral. "Esto fue aplicado durante la crisis financiera del 2002 en Montevideo y es implementado actualmente en algunas empresas uruguayas", acotó.

"La preparación para el despido ayuda a que esta crisis no paralice y se convierta en un motor que lleve a la persona a pensar qué otras habilidades tiene que pueden ser requeridas en un nuevo empleo", agregó.

Desde la psicología del trabajo se busca también trabajar antes del despido para evitar la sobreexigencia que lo conduce a un alto nivel de irritabilidad.

Los especialistas en psicología del trabajo en general desempeñan sus tareas en empresas ocupándose, entre otros aspectos, de las entrevistas de selección de personal a partir de las cuales pueden detectar los trastornos vinculados con el empleo.

Según la profesional hay determinadas estructuras de personalidad más vulnerables que otras. "A quien no es narcisista los cambios no lo van a afectar, mientras que alguien con una estructura más segura tendrá más recursos y defensas para salir de las situaciones. Frente al cambio todos reaccionamos diferente de acuerdo a los recursos internos con que contamos", subrayó Moll.

"La intervención psicológica es fundamental para que los trabajadores puedan superar sus problemas. Hay mucho por hacer, no sólo desde la psicología, sino también desde las empresas y los trabajadores. Para la prevención es imprescindible el trabajo interdisciplinario con otras profesiones", dijo finalmente Moll.

La competencia en el trabajo puede conducir a la adicción.