| miércoles, 06 de octubre de 2004 | Tensión en San Vicente por dos hechos de violencia escolar Un alumno agredió a sus compañeros lastimando en la boca a uno de ellos. Otro golpeó a una docente Atilio Pravisani / La Capital Santa Fe. - La psicosis derivada de los trágicos sucesos de Carmen de Patagones pareció instalarse días atrás en la pequeña localidad de San Vicente, departamento San Martín, al tenerse conocimiento de dos hechos calificados como de violencia escolar en dos establecimientos. Uno de ellos fue protagonizado por un alumno de nueve años acusado de golpear a sus compañeros. El hecho ocurrió en la escuela primaria 401 Juan Bautista Alberdi cuando, según la denuncia presentada por distintos padres, uno de los alumnos habría sido el protagonista de distintas situaciones de violencia, que incluso generaron lesiones en sus pares, mencionándose la rotura de dos dientes de uno de los chicos.
La situación creada en este colegio y la presentación policial de los padres motivó la intervención de la supervisora Alicia Casis, quien requirió la presencia de la jueza de menores, Liliana Spaggiari, teniendo en cuenta la no punibilidad en sus acciones, hasta tanto no se compruebe que el hecho adquiera "peligrosidad real cierta".
El otro episodio ocurrió en la Escuela Nº 6.402, aunque en esta ocasión protagonizado por un alumno de 13 años, el que sería responsable de acciones contra una docente y, en especial, incluiría a varias niñas. En este caso la supervisora habría señalado la existencia de cierta dosis de discriminación anterior al hecho que generó el alumno.
El suceso que provocó mayor perturbación, y una suerte de alta tensión al estallar a sólo horas de la tragedia de Carmen de Patagones, fue el protagonizado por el chico de nueve años, teniendo en cuenta que varios padres de los chicos presuntamente golpeados judicializaron el episodio y los propios compañeros agredidos debieron ampliar sus declaraciones en la comisaría de la localidad.
El hecho alcanzó una particular notoriedad en la sensibilizada sociedad, lo que provocó en primer lugar una reunión entre los padres de los alumnos denunciantes, de la que también participó la directora del establecimiento, María del Carmen Pussetto de Broday, y la supervisora Casis, como también los padres y la abuela del menor, en medio de un clima muy caldeado y que culminó con varios progenitores más que alterados.
Aparentemente, y de acuerdo a lo que señala el diario "La Opinión" de Rafaela en su edición de ayer, por el momento las autoridades educativas dispusieron que los alumnos en cuestión no concurran a clase hasta tanto "se calmen las aguas", a la espera de la llegada de la jueza Spaggiari.
En cuanto al caso del chico de 13 años, aparentemente según la supervisora Casis, el asunto contendría cierta dosis de discriminación generada antes del suceso, por la supuesta existencia de apodos, algo común en las escuelas, y como consecuencia la reacción del chico, sobre lo cual la funcionaria no adelantó ningún juicio. enviar nota por e-mail | | |