Murió desangrada tras ser apuñalada por su pareja

La víctima fue atacada en su propia casa y delante de sus tres hijos. El homicida fue atrapado cuando intentaba huir

Santa Fe.- Una mujer murió desangrada en la vereda de su casa de San José del Rincón, 13 kilómetros al noreste de esta capital, donde fue encontrada la noche del lunes con una cuchilla de cocina todavía enterrada en su espalda. El horroroso cuadro se completó cuando la policía encontró en una de las habitaciones de la vivienda a los tres hijos de la mujer en estado de shock después de haber presenciado la brutal discusión de su mamá con su concubino, quien fue detenido cuando intentaba escapar de la población.

Lidia Ramona Díaz, de 32 años, vivía con sus tres pequeños hijos en una casa de Ocampo y Juan de Garay, en el barrio conocido como La Sina. La noche del domingo, los vecinos alertaron a la policía de que en la vivienda se estaba produciendo una feroz pelea entre la mujer y su pareja, Gustavo Ayala, de 35 años. Y dijeron que, tras ello, la mujer había salido a la vereda y caído exánime con el arma clavada en su espalda. Cuando los uniformados llegaron, constataron que Díaz presentaba al menos cuatro puñaladas en su cuerpo y que había muerto desangrada por una profunda herida que tenía en su cuello. En tanto Ayala ya no estaba en el lugar.

Los pesquisas indicaron que la mujer había intentado huir del ataque buscando auxilio, pero una vez que llegó a la calle se desplomó al suelo y murió desangrada en escasos minutos ya que una de las cuchilladas seccionó las arterias del cuello.

Los vecinos de Díaz dijeron que la mujer había denunciado a Ayala la mañana de ese mismo domingo en la seccional del pueblo pero que la policía nada había hecho al respecto. En la presentación, la mujer dijo que tenía la intención de abandonar el hogar junto a sus tres hijos para alejarse de los malos tratos a los que era sometida por el hombre.

Luego de una búsqueda que duró toda la noche, recién la mañana de ayer y sobre la ruta 1, cuando intentaba abandonar el pueblo, la policía atrapó a Ayala y le imputó el homicidio.