Perspectivas

Un lugar llamado Eveling

Teatro, música, letras y plástica convergen en un espacio de jóvenes artistas

Irina Gartbazky

1 "Los destiempos como tiempo en sí, /loop, o lúp / lectura en loop / cambiando imágenes / loop como hipnosis / en la repetición. Miller es después de la fiesta."

Cof, cof, un acceso de Eveling, un acceso a Eveling es, necesariamente, una traslación. Un día de frío de 2002 nos juntamos por convalecencia. La pregunta se abría con un desafío: qué ocurriría si todos nos pusiéramos a intervenir en la peatonal leyendo poesía. La respuesta seguramente hubiera sido: "Me haría falta un globo terráqueo como ayuda-memoria". La respuesta segura seguiría siendo: el silencio. La gente pasará y dirá: "Estos no son un grupo, son una sarta".

Así es como Eveling se formó. Puede decirse que Eveling es un grupo que se propone girar alrededor de la poesía. Al principio y al final del doblez, era la poesía; pero no la poesía como género literario o como creación en sí misma gestada, escrita, leída, doblada, impresa, víctima de una aristotélica tabla, sino en tanto interpelación: ¿es capaz la poesía de ser performativa? Y en ese caso, ¿de qué manera podría serlo?

En algo nos ayudó el sabernos pertenecientes a diferentes esferas y diferentes (de)formaciones; cada uno de nosotros es casi un representante por bandita disciplinar: teatro, música, diseño, plástica, cine, comunicación y letras.

Nuestra convocatoria era en ese momento concebir un espacio que uniera todos los soportes para pensar en una poesía que se meneaba entre el plano del movimiento, la música, la virtualidad y la plástica. Sospechamos que el esperma poético se halla en todos los excesos y excedencias de las comunicaciones, de las acciones y las producciones de nuestra sociedad.

2"ING / acciones en progreso /duración/ actividades temporarias / acciones incompletas"

Descubrimos que de la lectura en voz alta, intermitente, incesante, (loopeada), indiferente a la autoría o al sentido surgía una especie de halo energético que, disolviéndose segundos después, conformaba una poética más amplia.

Pensábamos en una lectura que fuera momento de experimentación, donde no hubiera escucha o espectadores sino personas expectantes al acontecimiento de algo. En una lectura así, seguramente el poema terminaría por completo desvirtuado, desmesurado: un franco síntoma. La poesía en eterna superficie pedía ser la búsqueda de la proto-materia de sí misma, el resorte aerostático que pinchara todas las posaderas necesarias para generar incesantes formas de sonidos y sentidos.

En esa búsqueda todo soporte llamaba a una experimentación nueva, y así como quien mete el dedo en todas las mermeladas y se empacha y engolosina hasta no reconocer ninguna, nosotros metíamos la palabra en todas partes. Asistimos a una condensación hiperbólica de textos durante un año, en el que publicábamos y nos leíamos en un foro de internet jugando a que la inmediatez de la escritura trastornaba los rostros en sino- y heter- ónimos. Desde entonces la modalidad de encuentros corrieron desde la lectura performativa en voz plena (lo que dimos en llamar "eveling clásico"), como así también experimentamos cómo transmutaba la palabra a partir del movimiento corporal ("eveling corporal").

Los clásicos de un "eveling clásico" reúnen una multiplicidad de variables que pueden incluir desde libros de hipnosis o extraterrestres hasta Maurice Blanchot, Osvaldo Lamborghini, Arturo Carrera, Juan L. Ortiz, Ferdinand Celine o Samuel Beckett.

Durante un tiempo breve tuvimos un espacio radial y algunas de sus grabaciones se pueden escuchar en nuestro sitio web: www.eveling.com.ar. En tren de imbricar música, imagen visual y sonido realizamos tres performances en las que vendimos nuestros libritos de poesía. Las dos últimas llevaron la consigna: "Litooral": una extensión del "litoral", la conciencia de que, si bien la herencia del litoral se nos muestra como un cruce artificioso y, en mayor o menor medida, imposible, podría verse a trasluz en un poema.

3 "Eveling es peronista, es la que le exige peras al olmo, y no como todos creen, referido a Juan Domingo. Eveling es uni-membre, aunque tenga a varios sujetos predicados".

La composición del grupo fue variando a lo largo de estos dos años. Actualmente Eveling está conformado por: Manuel Carballo, Marcos Ramos, Mariana Busso, Julieta Benedetto, Fernando Canabal, Lucio García, Nahuel Marquet, Natalia Leggio, Francisco Garamona y la que escribe esta reseña.

Marcos Ramos, en un acto de Eveling en el Centro Cultural Parque de España.