Primera B

La resurrección salaíta

Argentino logró su primer triunfo en el torneo

Elbio Evangeliste / La Capital

Hubiera sido injusto que Cambaceres se llevara un punto ayer desde el Olaeta si Mauro Andrada no hubiese volado magistralmente como lo hizo para ahogarle el grito de gol a Carraro a 15 segundos del final. Es que eso hubiera privado a Argentino de lograr su primera victoria en el torneo. Pero no por el simple hecho de lamentar que la malaria se hubiese extendido, sino porque el salaíto hizo los méritos necesarios para despojarse de tantos sinsabores. Sí, aunque parezca extraño, el albo fue un equipo ordenado, con algunas carencias ofensivas, pero con el convencimiento necesario de que la remontada es factible. Para destacar: al igual que ante Almirante Brown hace 15 días (esa vez fue empate), el gol llegó con la caída del telón.

Que Cambaceres no haya podido contar con varios futbolistas habitualmente titulares no es problema de Comisso y sus dirigidos. Lo concreto es que ayer esos jugadores que se cansaron de recibir reveses tuvieron su primera gran alegría. Pero lo que es mejor, la misma no llegó de la mano de suerte, sino que contó con el sustento de un rendimiento aceptable para los tiempos que corren. Especialmente después del ingreso de Juan Carlos Díaz.

¿Argentino pudo definirlo antes? Seguramente. No fue un torbellino ni mucho menos. Pero sí contó con un par de aproximaciones interesantes que bien pudieron terminar en gol. Claro que la más clara estuvo en los pies de Cristian Juárez, pero su penal, a los 33' del complemento, viajó directo a los carteles.

Lo que se presumía un mazazo a las ilusiones salaítas no fue tal. Porque Díaz siguió marcando la diferencia, Raschetti trepando hasta decir basta y la defensa, con Villarreal como abanderado, manteniéndose firme.

Así, lo que se tenía que dar, se dio. Con el aditamento que fue a dos minutos del final. Raschetti asistió en profundidad a Vale, quien envió un centro bajo a contrapierna para la entrada solitaria de Sánchez. Fue el momento indicado para que tanta angustia acumulada se transformara en alegría absoluta.

"Ya está", dijeron algunos. "Por fin ganamos un partido", susurraron otros. Y así fue. Claro que con la cuota de sufrimiento a la que Argentino está acostumbrado. Pero Andrada cumplió en lo poco que lo exigieron y por eso la historia tuvo un final feliz.

"No está muerto quien pelea", reza el viejo refrán. Y Argentino puede tomarlo como propio porque pese a no estarlo, lo de ayer se pareció más a una resurrección que a cualquier otra cosa.
Síntesis
Argentino 1: Andrada 6; Aceto 5 (50’ J.C. Díaz 7), Torrico 5, Villarreal 6 y Ledesma 5; Raschetti 6, J. Sánchez 6, Maldonado 5 y Formica 5 (65’ Juárez 5); Sachetto 5 (46’ Vale 5); S. Sánchez 6. DT: V. Comisso.

Cambaceres 0: C. González 5; Balanda 5, Seevald 5, Cambi 5 y Muñoz 5 (72’ Méndez); Quillutay 5, Gamberini 4, Arriola 4 y Piaggio 4 (85’ Rotondo); Rossi 4

(46’ Domínguez 5) y Carraro 5. DT: J. Vendakis.

Estadio: José Martín Olaeta.

Arbitro: Guillermo Rietti (6).

Gol: 88’ S. Sánchez (A).

Expulsado: 84’ Quillutay (C).

Al fin llegó. El plantel salaíto celebra con los brazos al cielo la primera victoria.