| domingo, 03 de octubre de 2004 | Entrevista al ex secretario de Hacienda Manuel Solanet: "Hay que mejorar la oferta de la deuda para que sea aceptada" El economista advierte que el país tiene que recuperar las inversiones para alcanzar un crecimiento sostenido "El gobierno ha generado un clima que no es el que requiere un país para encarar el futuro con decisión y optimismo", advirtió el economista Manuel Solanet, aunque enseguida agregó que "aún puede producirse un cambio" de rumbo orientado a "solucionar los problemas de fondo".
El analista de Fiel habló de "los temas de siempre": deuda pública, FMI, inversión, servicios públicos, sistema financiero, régimen fiscal y también se hizo tiempo para reflexionar sobre qué perspectiva económica debe tomar el gobierno.
En diálogo con La Capital , el ex viceministro de Hacienda de Ricardo López Murphy planteó la necesidad de salir rápido del default para que el país crezca a un ritmo sostenido, y advirtió que el superávit fiscal primario debe orientarse a solucionar este tema.
-¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento para el 2004?
-El crecimiento está sujeto a la concreción de algunas medidas y la resolución de varios problemas. La recuperación que hemos visto en estos dos años ha llegado a un punto en donde es difícil sostenerla si no hay inversión. En muchas industrias la capacidad instalada está siendo utilizada a niveles muy altos, la inversión a su vez está sujeta a la reaparición del crédito, la solución del problema del default, que es lo que mantiene a la Argentina, alejada de los mercados de deuda y de capital, y también la creación de un clima de confianza con mayor certidumbre sobre el futuro. Además aún no se solucionó el tema de los contratos de concesión de los servicios públicos y el sistema financiero sigue enfrentando incógnitas como la resolución de la Corte Suprema sobre el problema de la pesificación. El gobierno ha generado un clima que no es el que requiere un país para encarar el futuro con decisión y optimismo, el presidente Kirchner ha gobernado mirando hacia atrás, resucitando rencores, generando antagonismos, enfrentando a distintos sectores de la sociedad que han dedicado su tiempo a responder este tipo de agresiones. Tengo la esperanza de que se esté produciendo un cambio que debe iniciarse, al menos, en la creación de un clima de conciliación.
-¿Hacia dónde debe dirigirse este cambio en el plano económico?
-No hay inversión en un país que corta sus rutas y que todo los días recorre el mundo con fotografías de personas encapuchadas con palos en las manos atacando edificios públicos. Tengo la esperanza que se este produciendo alguna modificación en este sentido, de hecho hubo un cambio en la actitud frente a los desbordes. Por otro lado, el presidente y sus voceros se han mostrado menos agresivos en cuanto a los sectores de la sociedad que no coinciden con su pensamiento. Falta por cierto encarar los problemas de fondo, más la resolución de un régimen federal de impuestos que ponga equilibrio para que no sólo el gobierno nacional sino también los gobiernos de provincias y municipios encaren reformas administrativas, reorienten sus políticas de forma de gastar mejor, darle un servicio a la comunidad y reducir el gasto público improductivo.
-¿Es viable el acuerdo con los acreedores tal cual está planteado?
-Eso lo tiene que responder los acreedores. Si me guío por lo que los principales grupos han dicho me parece que la propuesta aún no va ser aceptada y va a requerir alguna mejora que puede darse en garantías, en el pago inicial o en el perfil de pagos. La voluntad de los acreedores también requiere un trato correcto, no hay que considerarlos como enemigos sino como lo que son: acreedores de un gobierno que dejó de pagarles. La firmeza en la negociación no excluye un trato como corresponde, y esto último está faltando.
-¿En que número fijaría el PBI de este año?
-El grueso de los analistas prevé un crecimiento respecto de 2003 del orden del 7%, el 2005 sigue siendo una incógnita porque el crecimiento está sujeto a que se desarrollen ciertas políticas y que se resuelvan problemas que impiden que retorne la confianza. Con lo que ha sucedido en los siete primeros meses es probable que el 2004 termine con una tasa del 7%.
-¿Bajar la tasa de desempleo es uno de los grandes temas pendientes?
-El crecimiento genera empleo, pero para que la tasa de desempleo se reduzca el crecimiento tiene que superar el 3 o 4% anual porque hay un crecimiento de la tasa de actividad, es decir que hay más gente que se vuelca al mercado de trabajo, y además hay aumento de productividad. Pero hay que tener en cuenta otro factor, este gobierno se preocupó por proteger el empleo existente incorporando la doble indemnización, que si bien no alcanza a los nuevos contratos generó un clima de mucho temor a contratar nueva gente, las empresas prefieren trabajar horas extras en lugar de contratar más personal. Esto se reflejó en un estancamiento en la creación de empleo, si el gobierno insiste en esta tesitura, de hecho prorrogó la doble indemnización, es difícil que haya una actitud de emplear nueva gente sobre todo cuando hay incertidumbre en el camino.
-¿Qué hay que hacer con el superávit fiscal primario?
-Primero hablar de prudencia. Hoy estamos en cinco puntos del producto, pero es precario, porque existen recursos como las retenciones que no son sostenibles a lo largo del tiempo. Por el lado del gasto está visto que hay un fuerte retraso en salarios públicos y haberes jubilatorios, si se produjera una recuperación equivalente a la que ha tenido el sector privado gran parte del superávit desaparecería.
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