| sábado, 02 de octubre de 2004 | ¿Se acaba la era Blair? La intervención cardíaca y su admisión de que se retirará en 2009 muestran que ya pasó su momento Christoph Driessen Londres. - Tony llegó a ser apodado "Bambi" y "Tony de teflón". Entretanto, el propio Blair dice de sí mismo: "Aparento la edad que tengo". Ha perdido pelo y ha ganado en arrugas. Ayer fue sometido por segunda vez en un año a una operación cardíaca. "¿Se acaba la era Blair?", titulaba el Daily Mail.
Las especulaciones crecieron tras la confirmación de Blair de que compró una vivienda en Londres. La elegante casa con techos estucados se convertirá en la residencia de Blair cuando algún día en Downing Street entre a vivir otra persona. Sin embargo, no es necesario que los hombres de la mudanza vengan antes de 2009. Blair declaró el jueves en una entrevista en televisión que quiere cumplir un tercer mandato y añadió una frase que, según estimaciones del periódico The Daily Telegraph, provocó un terremoto político: "Pero no me quedaré para un cuarto mandato".
En el extranjero se deben preguntar qué es lo que hay de insólito en todo esto. El presidente estadounidense, George W. Bush, sabe ya ahora que tendrá que retirarse en enero de 2009, ya que según la Constitución sólo puede ser reelegido una sola vez. Pero en Gran Bretaña las cosas funciona de otra manera. Los primeros ministros acostumbran a decir "me retiro", lo cual implica una inmediatez absoluta, o bien no dicen nada. Margaret Thatcher anunció una vez: "Siempre continuaré y continuaré, y continuaré, y continuaré...".
Para una gran parte de los medios británicos, Blair es ahora un "tipo parsimonioso", porque ya se conoce cuándo se retirará. La consecuencia de su anuncio será una "despedida extremadamente larga", opina el Times.
Lucha por la sucesión Lo que ya es seguro es que se intensificará la lucha por su sucesión. El claro favorito es el ministro de Finanzas, Gordon Brown, aunque en 2009 ya tendrá 58 años. Entretanto, el jefe de campaña electoral de Blair, su pupilo Alan Milburn, de 46 años, es nombrado cada vez con más frecuencia.
Por lo demás, un pequeño vistazo a los libros de historia revela que a los primeros ministros británicos rara vez les fue dado decidir personalmente el momento de su retirada. Con mayor frecuencia lo que ocurre es que su elección es anulada, son derrocados por el propio partido o bien alejados de su cargo por cuestiones de salud. Así fue como ocurrió con Winston Churchill, quien en 1953 sufrió una embolia y dos años más tarde se vio obligado a retirarse.
Mucho dependerá de cómo se desarrollen los problemas cardíacos de Blair. No se puede confiar en los pronósticos optimistas de sus portavoces: cuando hace un año se le diagnosticó una arritmia por primera vez, afirmaron que se trataba de un hecho excepcional. El hecho de que Blair se haya sentido obligado a dar a conocer sus planes a largo plazo es considerado en Gran Bretaña un signo de debilidad. Con toda seguridad, se trata de otro indicio más de que Blair sobrepasó ya el punto culminante de su poder. (DPA) enviar nota por e-mail | | |