| sábado, 02 de octubre de 2004 | Los docentes recurren a los dispensarios más cercanos Cómo repercute el problema del maltrato infantil en las escuelas El tema está presente en las aulas todos los días. Falta capacitación para tratarlo Hace pocas semanas el país ese conmovió ante la noticia de la nena de cinco años golpeada por su padre en un jardín de infantes de San Luis. El hecho ocurrió cuando la maestra lo había citado para pedirle pusiera "límites" a las travesuras de la niña. Ante el estupor de los compañeritos y de la propia docente, el padre castigó con un cinto a la pequeña. El hecho puso en escena una situación que los maestros enfrentan día a día en las aulas: la violencia familiar externa al ámbito escolar, y manifestada en el maltrato infantil.
La problemática repercute en la escuela y, sin dudas, los maestros están obligados a actuar ante semejante situación. Sin embargo, no siempre saben cómo hacerlo ni a quién consulta ante tales casos de violencia. Y en muchos casos, resulta más fácil acudir a los dispensarios barriales que a las instituciones especializadas.
"Cuando un estudiante llega golpeado a la escuela, lo primero que hacemos es hablar con el niño o adolescente. La comunicación al principio no es fácil, por lo general están asustados y vienen con un discurso armado por su propia familia", afirmó María del Carmen una docente de zona oeste, al ser consultada qué hace una maestra si descubre que un alumno es maltratado.
Ante tal situación algunos educadores llaman a emergencias para que se certifique un acta por el médico en la dirección de la escuela, y luego citan a los padres del alumno lastimado. También está entre estas medidas, denunciar a los mayores y comunicar al juez de menores que corresponda.
Aunque en este punto, los docentes consultados coinciden en indicar que el trámite no es sencillo y cuando se opta por realizarlo no siempre se concreta con la celeridad necesaria.
Compromiso docente La jefa de supervisores de la Región VI, Vilma Oyarzábal, afirmó que ante una situación de maltrato infantil, se cuenta con asistentes sociales que, según la gravedad del caso, asisten a la escuela y en muchas ocasiones al hogar del alumno amenazado. "A partir de ese momento -indica la funcionaria- se realiza un seguimiento del niño y su entorno, contado con la colaboración de sus maestros, que son quienes más conocen al alumno y los que más pueden ayudar en estos casos".
Una de las docentes consultadas aseguró que "el compromiso siempre está presente del maestro hacia su alumno; pero a veces la falta de medios para actuar nos deja impotentes hacia ciertas situaciones". Y para el caso basta recordar un informe publicado por (La Capital 26/04/04) donde se daba a conocer que sólo cuatro trabajadores sociales y dos psicólogos deben atender a 379 mil alumnos de toda la Región VI de Educación.
Además, advirtió que no es fácil tratar casos de violencia porque los padres no reconocen ser ellos los que maltratan a sus hijos. Tanto es así, que los testimonios de los educadores indican que muchas veces después de detectar el problema de maltrato y comunicárselo a los padres, éstos aumentan su agresividad, cambian a los chicos de escuela o directamente los hacen abandonar para que los maestros no puedan realizar el seguimiento necesario.
Sitios de asistencia En los barrios, los maestros trabajan mucho con la colaboración de los dispensarios para resolver, junto a los psicólogos sociales, los problemas de abuso y maltrato infantil. Pero, también los maestros reconocen no contar con la información suficiente sobre todas las instituciones que trabajan las problemáticas relacionadas con la violencia familiar y qué ayuda pueden brindarles.
Los lugares donde se puede concurrir para tratar este tipo de problemáticas son muy variados. Hay instituciones municipales, provinciales, policiales y ONG que trabajan con diferentes profesionales especializados.
Pero, lo real es que cada organismo implementa su propia modalidad de trabajo, dispersando en muchos casos la ayuda que podría ofrecerse a las escuelas o al seguimiento de los niños maltratados detectados y denunciados por los educadores.
En síntesis, los educadores y funcionarios coinciden en que ante los casos de maltrato infantil, se busca imperiosamente de que los padres concurran a las entrevistas y reuniones a las cuales son convocados, tanto en la escuela como en otra institución, con la idea de que no se repitan los casos de abuso hacia el niño y por sobre todas las cosas que el alumno no deje de asistir a las clases.
Los docentes señalan al maltrato y abuso infantil, como un problema de vieja data: "En toda época se han manifestado distintos casos de violencia familiar, con más o menos conocimiento público y sin distinción de clase social". Pero también sostienen que cuánto más se conoce y difunde información sobre la problemática, mucho más se puede hacer para evitarlo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |