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 sábado, 02 de octubre de 2004

Daniel Sorrequieta: "Hay una complicidad de agentes oficiales con el juego clandestino"
Fuerte denuncia del titular de la Lotería de Santa Fe, Daniel Sorrequieta

El titular de la Lotería de Santa Fe, Daniel Sorrequieta, denunció ayer que en la provincia "hay complicidad de agentes y subagentes oficiales con los capitalistas del juego clandestino". El funcionario llegó a esta conclusión luego de detectar que en agencias truchas (aquellas que nunca tuvieron habilitación provincial) se vendían juegos oficiales de lotería que habían sido distribuidos por Los Dos Chinos, Tedeschi y Domené. Todas las actuaciones fueron giradas a la justicia de Faltas.

Sorrequieta puntualizó que personal de la Lotería de Santa Fe "compró en locales truchos billetes de la lotería oficial, Telekino y Monobingo" y detalló que "cuando se revisó la numeración de los cartones para ver a qué agente le correspondía la cadena de comercialización, se detectó que respondían a las agencias Los Dos Chinos, Tedeschi y Domené".

A renglón seguido les aconsejó a los agentes oficiales que "tengan cuidado de que los juegos preimpresos no salgan del canal oficial de comercialización" y puntualizó que "los agentes son responsables por la comercialización que realizan sus subagentes".

Todas estas actuaciones quedaron bajo la órbita del juzgado de Faltas a cargo de la jueza Liliana Puccio.

Sorrequieta explicó ayer que en los locales truchos detectados "se recepcionaban apuestas ilegales, pero también se ofertaban billetes certificados por el Estado".

El funcionario remarcó que "se está ganando la calle para sorprender al juego clandestino". En ese orden, recordó que en junio hubo una reunión con 250 agencieros santafesinos para notificarlos de la nueva situación y que el 2 de julio entró en vigencia la resolución 158 que aplica sanciones a aquellas agencias y subagencias que vendan la clandestina. El apercibimiento, las suspensión del punto de venta por 15 días y el retiro de la autorización para funcionar son algunas de las sanciones previstas por esta norma.


Clausuras y más controles
A este endurecimiento de las sanciones lo acompañaron controles más exhaustivos. Es más, el 26 de agosto la Justicia clausuró 19 locales de lotería que carecían de habilitación para funcionar de un total de 25 que estaban en la mira de la Lotería santafesina.

Sorrequieta reveló ayer que como resultado de la intensificación de los controles "desde julio hasta ahora el juego oficial recaudó un 25 por ciento más de apuestas".

De acuerdo a la revisión informática realizada en todas las agencias habilitadas de la provincia "en tan sólo 60 días la recaudación del juego oficial en todo el territorio santafesino ascendió un 25 por ciento".

"Se ve que los agencieros han tomado debida nota de la advertencia que les hicimos", consideró ayer Sorrequieta para detallar: "En mayo las apuestas no llegaban a los 19,8 millones de pesos, pero en julio treparon a 25,3 millones".

El panorama en Rosario es aún más pintoresco. "Corroboramos que varias agencias y subagencias duplicaron y hasta triplicaron su volumen de venta promedio, por eso estamos a la caza de los que infectan las apuestas con números que pagan por izquierda", apuntó Sorrequieta.

"Estamos dando la pelea en el campo de batalla de los agencieros truchos con apostadores fantasma que intentan jugar en la clandestina para sorprenderlos y retirarles la matrícula", amplió en funcionario.

Muchos se preguntan por qué atrae más el juego ilegal que el oficial. La respuesta es la siguiente: mientras la banca oficial premia de lunes a viernes 600 veces lo apostado y los sábados incrementa ese premio a 700 veces; la quiniela clandestina paga siempre un 10 por ciento más que la autorizada. Es esta diferencia la que alimenta el juego en el submundo clandestino, una actividad que ahora parece comenzar a reducirse a raíz de los múltiples controles que se están llevando adelante desde la Lotería de Santa Fe.

Algo es seguro, los "apostadores fantasma" -tal cual los definió Sorrequieta- ya están en las calles y al acecho. La idea es individualizar los circuitos de comercialización del juego clandestino y atacarlo. Por ahora, todo parece indicar que se está yendo en la dirección correcta.

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