| sábado, 02 de octubre de 2004 | El conocimiento como base del consenso Néstor Carrillo, investigador del IBR-Conicet, lamentó que "gran parte del debate sobre OGM se realice en términos que hacen difícil obtener consensos en torno de esta tecnología y su aplicación en el sector productivo". En el marco del III Foro sobre "organismos naturales y genéticamente modificados" organizado por las facultades de Agrarias y Bioquímicas, el investigador se refirió a las controversias y los temores que suscita la biotecnología y consideró que es posible llegar a acuerdos en la medida que los grupos enfrentados estén dispuestos a escuchar el argumento del otro".
Pero al mismo tiempo consideró necesario establecer los términos del debate en base al conocimiento, para evitar las mentiras y las medias verdades. "No todo puede ser opinado", subrayó. "Los que cuestionan a los OGM los ubican como funcionales a determinados modelos productivos que concentran la riqueza, cuando un producto transgénico bien puede ser funcional a un modelo distribucionista", advirtió, en el mismo sentido, que también cuestionó a los que "defienden los transgénicos porque permitirán paliar el hambre en el mundo, algo que tiene que ver en todo caso con un modelo económico distinto".
Señaló a su vez que hay un "doble estándar" en materia de OGM y mencionó el caso europeo. Allí, mientras se rechazan estos productos en el agro no se discute su utilización en la industria farmacológica, que es "más competitiva y gran contribuyente en ese continente". En ese sentido, recordó que la actividad de los gobiernos de los gobiernos europeos para enfrentar la oposición al uso de células madres de embriones para uso farmacológico contrasta con la pasividad frente a los cuestionamientos al uso de transgénicos en agricultura, cuando sin embargo "se trata de un tema que involucra discusiones filosóficas y humanitarias muchísimo más profundas que la modificación de una planta". enviar nota por e-mail | | |