| miércoles, 08 de septiembre de 2004 | Default. El director del Fondo no da fecha para estudiar la petición argentina de reprogramar el pago de U$S 1.000 millones El FMI condicionó una postergación de vencimientos al futuro presupuesto El organismo multilateral sigue presionando por más superávit para mejorar la oferta de la deuda privada El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, consideró ayer como "normal" la petición del gobierno argentino de postergar un vencimiento que opera antes de fin de año, y no descartó la posibilidad de que el directorio del organismo lo apruebe. "La petición del gobierno argentino es normal y el consejo del Fondo tendrá que analizar si está dispuesto a aceptarla", sostuvo el funcionario. Sin embargo, no brindó una fecha en concreto para evaluar la postergación de 1.000 millones de dólares de compromisos que vencen antes de fin de año.
Rato sostuvo en una conferencia de prensa que ofreció en la ciudad africana de Johannesburgo que "la decisión (sobre la postergación de pagos por 1.000 millones) deberá ser tomada por el directorio tras un análisis de la gerencia. No puedo dar una fecha específica", para el tratamiento, dijo, esquivando por ahora la petición argentina.
"Esta es una petición habitual de parte de muchos países. Hay muchos precedentes en el contexto de programas con el Fondo", explicó el titular del FMI.
El director del organismo de crédito destacó sin embargo que "el gobierno argentino va a tomar ahora decisiones importantes presupuestarias y yo creo que van a marcar indudablemente cuál es la agenda futura de conversaciones con nosotros", señaló sin plantear más detalles.
De esta forma, Rato condicionó el diálogo con la Argentina a las pautas macroeconómicas que el gobierno defina para el presupuesto de 2005 y en particular al nivel de superávit fiscal primario que se comprometerá a alcanzar. Economía confía en presentar el 15 de septiembre el proyecto de ley de presupuesto que contempla, entre otras medidas, alcanzar un superávit fiscal del 3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), para destinarlo en casi su totalidad al pago de la deuda.
Rato le pidió al presidente Néstor Kirchner la semana pasada que el gobierno aumente el nivel de superávit para destinarlo al pago de la deuda, lo que motivó un lacónico "ni lo piense, ni lo sueñe", como respuesta del primer mandatario.
Fue en esa visita de Rato a Buenos Aires cuando el ministro de Economía, Roberto Lavagna, solicitó el aplazamiento por un año del pago de 1.000 millones de dólares de un total de 2.400 millones que vencen de aquí a fin de año.
Lavagna manifestó su confianza en que el directorio del organismo resuelva ese pedido durante la segunda quincena de septiembre, pero dejó en claro que "no hay reprogramaciones automáticas" de los vencimientos. El gobierno también tiene pendiente la renegociación de varios contratos con empresas privatizadas, y una reforma a la ley de coparticipación federal.
Mientras la Argentina busca acercar posiciones con el FMI y en medio de la negociación por la deuda en default, el gobierno italiano metió mayor presión por una mejora en la oferta argentina para con los acreedores externos.
El vicecanciller italiano, Mario Baccini, aseguró ayer que tiene una "óptima impresión" sobre la situación económica y social de la Argentina, a partir de la cual dijo estar seguro de la "voluntad" del gobierno nacional de "hacer frente a los compromisos asumidos" con los organismos internacionales y los acreedores privados, respecto de la deuda. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Rato: "El gobierno argentino deberá tomar una decisión". | | |