De cal y arena

Tenis: Paola Suárez se fue en singles y ganó en dobles en el US Open

La argentina Paola Suárez vio interrumpido su sueño de seguir progresando en el Abierto de los Estados Unidos de tenis, al perder ayer con la japonesa Shinobu Asagoe, por la tercera ronda. El consuelo de la Negra llegó en el dobles junto a la española Virginia Ruano Pascual, quienes superaron el debut.

La pergaminense Suárez, decimotercera preclasificada, no cumplió un buen partido ante la asiática Asagoe, quien avanzó a octavos de final luego de vencer por un doble 6-4.

El primer set estuvo lleno de errores y quiebres de saque. La argentina le ganaba el servicio a su rival, pero luego, gracias a sus problemas con su primer saque, nunca pudo ratificar esa ventaja.

Fue así como llegaron al 4-4 con dos quiebres para cada una, hasta que la japonesa logró quedarse con los dos games siguientes para cerrar el set.

El segundo parcial fue más parejo. Pero la pergaminense nunca pudo encontrar su juego, no se sentía cómoda y no encontraba la fórmula.

Entonces, Asagoe logró quebrar y quedó 5-4 arriba con su servicio. La asiática logró liquidar el partido al siguiente game.

En el dobles, Suárez y la española Ruano Pascual, máximas favoritas, se clasificaron ayer para la segunda ronda. La pareja número uno del mundo derrotó por 6/3 y 7/5 a la rusa Dinara Safina y la eslovaca Daniela Hantuchova.

Safina y Hantuchova tuvieron ventaja de 5-3 en el segundo set pero acabaron entregando el partido.

Suárez y Ruano Pascual, que buscan su tercer título consecutivo en Nueva York, se enfrentarán en segunda ronda a las estadounidenses Lisa Mc Shea y Corina Morariu.


Cañas la tiene brava
El único argentino sobreviviente, pero en el cuadro masculino, es Guillermo Cañas, quien hoy tendrá un difícil examen ante el local Andy Roddick, segundo cabeza de serie.

Por la jerarquía de uno y otro, es obvio que Roddick tiene todas las de ganar. Pero al menos las estadísticas favorecen 2-1 a Cañas, con las victorias conseguidas en la final del Masters Series de Toronto 2002 (el título más importante de su carrera) y el Abierto de Roma 2004, mientras que este mismo año cayó en el torneo de Miami.

La Negra no encontró nunca su nivel de juego y cayó sin atenuantes.