Candy Ride fue retirado de las pistas

El crack e invicto era considerado como uno de los mejores caballos de la historia del turf argentino

La noticia conocida promediando la tarde de ayer cayó como un baldazo de agua fría. El crack e invicto argentino Candy Ride fue retirado de las competencias oficiales. El rumor había corrido como reguero de pólvora la semana anterior, aunque la confirmación llegó. El fenomenal ejemplar no pudo recuperarse de la lesión sufrida en los ligamentos del nudo de la mano izquierda, cuando se cacheteó luego de la largada del Pacific Classic disputado un año atrás, donde el notable hijo de Ride The Rails -pese a esa contingencia- se sobrepuso y consiguió vencer a Medaglia d'Oro.

Durante los últimos doce meses, muchos fueron los esfuerzos por tratar de recuperarlo. Sin embargo, todos resultaron estériles. Su palmarés fue tan breve como espectacular. Sólo seis actuaciones le bastaron para ser considerado por quienes tuvieron la oportunidad de verlo en acción como uno de los mejores caballos de la historia del turf argentino, incluso comparándolo con fenómenos de la talla del eterno Yatasto o del inolvidable Forli.

El zaino comenzó su historia ganando una prueba no computable en Río Cuarto, provincia de Córdoba, donde ya asombraba. El debut oficial no tardó en llegar. El 9 de agosto de 2002, Candy Ride fue presentado entre perdedores en Palermo, ganando de punta a punta, por 12 cuerpos y en espectaculares 1' 9'' 31c. Dos meses y días más tarde, con la única experiencia de su debut, corrió el Gran Premio San Isidro demoliendo a sus adversarios por 8 largos y marcando 1' 32'' 16c.

Otros 60 días debieron pasar para volver a ver en acción a quien, por ese entonces, se lo catalogaba como pichón de crack, algo que ocurrió en el Gran Premio Joaquín S. De Anchorena, donde terminó de deslumbrar con otro triunfo por 8 cuerpos en 1' 31'' 1/100 para la milla, apenas una centésima por encima del histórico récord de Ritón, sin ser exigido en ningún momento por Armando Glades, su jockey en todas sus salidas.

Candy Ride lo había conseguido. Quienes lo vieron ganar el Anchorena no dudaron: era un verdadero fenómeno, de los más grandes que habían pisado pistas argentinas. Semejantes demostraciones atrajeron intereses del extranjero. Tras varias idas y vueltas, Ron McAnally lo compró para los norteamericanos Sid y Jenny Craig, quienes ya habían sido dueños de Paseana. A McAnally poco le importó que Candy Ride hubiera sido rechazado anteriormente por varios compradores al detectársele en las radiografías una lesión vieja en el nudo de su mano derecha. "Pocas veces ví un caballo como éste", se le escuchó decir por esos tiempos al experimentado Ron.

Ya en Estados Unidos, Candy Ride continuó dejando mal parados a sus adversarios, ganando primero un allowance optional claiming, luego el American Handicap y por último el Pacific Classic, batiendo el récord de los 2.000 metros en Del Mar con 1' 59'' 11c.

Todo era ilusión y expectación en torno al nuevo fenómeno argentino. Sin embargo, poco duró la alegría. Tras esa carrera, Candy Ride comenzó a tener problemas en sus vasos y en los nudos, los que finalmente produjeron su lamentable retiro de las pistas.

"Siento que es mejor concluir su campaña aquí. Nunca cuidé un caballo como él, ni creo que lo haré. Ahora sólo lo mantendré galopando suave hasta que llegue el momento de su partida hacia Kentucky. Si no lo saco de su box, es capaz de tirar el stud abajo", fueron de las pocas palabras escuchadas a su trainer luego del lamentable anuncio. El entrenador agregó: "No tiene ningún sentido que se pierda la próxima temporada de servicios, ya nos pasó este año. Fue demasiado grande como para no darle una chance como padrillo. Es la mejor decisión que se merecía".

Candy Ride ingresaría como padrillo a partir de la temporada 2005 en el Hill'n'Dale Farms, en Kentucky, propiedad de John Sikura, quien tras ser consultado indicó: "Fue un caballo de carreras asombroso, y no suelo usar éstos términos con liviandad. Lo ví correr por primera vez hace dos años en Argentina y desde ese entonces estuve interesado en él. Luego cuando dominó el circuito de California, me terminó de convencer de que era increíble. Creo que es una incorporación importantísima para la cría en Kentucky, no creo que haya otro caballo de su calidad tan al alcance de la mano".

Candy Ride, el Campeón Millero de 2002 en la Argentina y nominado como Pellegrini del Año 2003 por su brillante campaña en el turf más importante del mundo, no correrá más y deja un vacío inmenso, ya que costará encontrar a uno que se equipare con él.

Deslumbró al ganar el Pacific Classic.