Sin posición común, dejarían que el gobierno defina

Empresarios van sin una cifra de aumento al Consejo del Salario

La CTA insiste que "no aceptarán ni firmarán" un incremento de sueldos inferior a los 726 pesos

La representación patronal en el Consejo del Salario Mínimo no unificó posición en torno a la suba de los sueldos más bajos a partir de septiembre e irá hoy a una nueva reunión con los sindicatos y el gobierno sin números concretos que poner sobre la mesa.

Tras un encuentro en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que reunió por cerca de dos horas a 22 dirigentes empresariales de todos los sectores, los hombres de negocios se limitaron a acordar que irán a escuchar la posición de los gremios sin una propuesta efectiva de aumento, luego de que el presidente Néstor Kirchner considerara como un "piso" un sueldo mínimo de 450 pesos mensuales.

Por su parte, los delegados que representan a la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) en la mesa del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo "no aceptarán ni firmarán" un incremento inferior a 726 pesos porque "no han recibido mandato para hacerlo", confirmó ayer el sindicalista aeronáutico Ariel Basteiro.

Según el laboralista Daniel Funes de Rioja, directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), la posición patronal podría dejar en manos del Poder Ejecutivo la decisión final de cuánto subirá el piso salarial, ya que "si no se logra la mayoría necesaria -de dos tercios del Consejo- está previsto que decida el gobierno".

El primero en reconocer las diferencias que cruzaron la reunión de ayer fue el presidente de la Asociación de Bancos Públicos y Privados (Abappra), Carlos Heller, quien dijo que "hay ideas distintas sobre cómo encarar el aumento", y que "aunque hubo coincidencia en que hace falta discutir otras cuestiones además del salario, hay algunos que dicen que el número debe estar igual y otros que no".

"Yo he planteado que los países exitosos del mundo son los que tienen salarios altos, y que cometemos un error si decimos que a los empresarios les conviene pagar sueldos más bajos", apuntó Heller.

El naviero Horacio Martínez, uno de los cuatro empresarios que se sentarán hoy, a partir de las diez de la mañana, frente a los delegados gremiales en el Ministerio de Trabajo, admitió que "hubo diversidad de opiniones", y agregó que se tomará como "una sugerencia más" la propuesta de Kirchner de elevar el mínimo a 450 pesos.

"Vamos a tratar de que se incluya en la reunión de mañana (por hoy) a los cuatro delegados suplentes de ambos lados, para que las distintas posiciones estén bien representadas", reveló Martínez al retirarse del edificio de 25 de Mayo y Sarmiento.

En principio, el ejecutivo acudirá a la cita de hoy acompañado por Funes de Rioja, el supermercadista Ovidio Bolo (Cámara de Comercio), y el constructor Carlos Wagner (Cámara de Comercio).

Funes de Rioja se mostró "sorprendido" por la decisión del presidente de salir a marcar un mínimo de 450 pesos antes del encuentro formal de mañana de todo el Consejo, aunque desmintió que la UIA haya puesto un techo de 400 pesos, tal como indicó en medio de la reunión el titular de la Confederación de la Mediana Empresa (Came), Osvaldo Cornide.

Cornide -que se retiró minutos después de iniciado el encuentro- declaró que la central fabril había fijado como tope un incremento de 50 pesos sobre el actual mínimo de 350, y aunque se manifestó a favor de un aumento mayor, pidió "desgravaciones impositivas y asistencia crediticia" para afrontarlo.

Todos los empresarios que se acercaron ayer a la sede bursátil prefirieron no referirse siquiera al mínimo de 730 pesos que exigirán tanto la Confederación General del Trabajo (CGT) como la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

No obstante, y en paralelo a la controversia surgida en el seno del triunvirato que dirige la CGT, los ejecutivos dejaron con su desacuerdo la puerta abierta a que la suba sea dispuesta por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en su papel de árbitro entre ambas representaciones.

Los hombres de negocios discutieron durante dos horas en la Bolsa de Comercio porteña.