Atenas 2004

Luciana Aymar y Ayelén Stepnik, el privilegio de ser Leonas

Con el bronce del hockey, son las únicas rosarinas que repitieron un podio

Rodolfo Parody / La Capital

Las leonas Luciana Aymar y Ayelén Stepnik se encuentran en un sitio de privilegio. A saber. Jamás ningún rosarino ganó dos medallas en los Juegos Olímpicos, porque el remero Alberto Demiddi, que logró medallas de plata y bronce en single scull en México 68 y Munich 72, en realidad es hijo adoptivo de la ciudad ya que nació en Capital Federal. Con el cansancio a cuestas y antes de descansar, ambas jugadoras de hockey describieron a Ovacion sus sensaciones por el tercer puesto del seleccionado argentino de hockey en Atenas, que se agrega al segundo lugar en Sydney 2000. "Estoy muy contenta porque es la segunda medalla que ganamos. Si bien nuestro objetivo era el oro, no cualquiera puede subir dos veces al podio", expresó Lucha. "Nos hubiese encantado jugar la final, pero fuimos capaces de asumir que el torneo no terminaba con la derrota en la semifinal ante Holanda, y que la medalla de bronce significaba muchísimo para nosotras. Como dijo Cacho (Vigil, el técnico), es una medalla de bronce que vale oro", agregó Ayelén.

Desde que Argentina quedó en el segundo lugar en los Juegos Olímpicos de Sydney, el crecimiento vertiginoso de las Leonas las puso como candidatas al título en Atenas. No acceder al encuentro decisivo les dolió, pero nada invalida el tercer puesto, aunque por las ambiciones que tenían, Ayelén admite que aún le cuesta un poco dimensionar en su justa medida lo conseguido. "Con el correr de los años voy a valorar esto mucho más. No es que ahora no lo haga pero en estos Juegos me quedé con las ganas de un poquito más. Cuando pase el tiempo voy a valorar la medalla como si fuese oro. Sobre todo porque pasamos a la historia. No hay ningún equipo argentino que haya obtenido medallas en dos Juegos consecutivos".

"Lo que sucede es que nosotras queríamos ganar el oro y no pudo ser. Pero entendimos lo valioso que es llegar a un podio olímpico", amplió Luciana.

Antes de revivir la victoria contra China por 1 a 0 que les dio el bronce, ambas repasaron la derrota contra Holanda en semifinales, en definición por penales luego de igualar 2 a 2, porque fue el momento donde afloró el espíritu de las Leonas. "Fue el golpe más duro que tuve desde que estoy en la selección. La verdad que estábamos muy bajoneadas y lo único que queríamos era irnos a casa. Hasta que el cuerpo técnico nos hizo entender de la trascendencia que tenía ganar dos medallas consecutivas en Juegos Olímpicos y que podíamos quedar en la historia. Eso nos dio fuerzas y se demostró el espíritu y la entereza del equipo", señaló Lucha.

"Tuvimos varias charlas en la que hicimos hincapié que contra Holanda nos fuimos con la frente alta. El cuerpo técnico nos dijo que estaban orgullosos de nosotras porque dejamos todo, jugamos uno de los mejores partidos del torneo y no traicionamos nuestra esencia. Contra China, por el tercer puesto, se vio la madurez de todas", manifestó Ayelén.

"Quizás la preocupación más grande era como iba a reaccionar el equipo. De todos modos estaba tranquila. Cacho nos dijo que si hacíamos lo que debíamos, ganábamos. Con China se vio un partido trabado, con muchos errores. Por suerte metimos el gol en el último minuto, que lo gritamos muchísimo. Supimos sobreponernos y le dimos para adelante, jugando por ese tercer puesto como si hubiese sido la final", valoró Ayelén.

Ayelén Stepnik y Luciana Aymar muestran con orgullo sus medallas de bronce de Atenas 2004.