La felicidad del argentino más ganador de la historia

Después de surcar aguas durante más de 20 años, el argentino Carlos Espínola consiguió ayer lo que ningún otro deportista de su país logró nunca: acumular tres medallas olímpicas a lo largo de su carrera.

"Estoy feliz", dijo Espínola cuando se le preguntó por la nueva medalla. A los 32 años, este deportista que portó la bandera argentina en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Atenas, como ocurrió también en Sydney, es el mayor coleccionista de medallas olímpicas de la Argentina.

Todavía no piensa en el retiro aunque tampoco sabe si competirá en Pekín 2008. "No lo pensé todavía, tengo que ver. Pero si sigo, será en esta misma clase", afirmó.

Espínola ya le tomó el gusto a esto de competir en Juegos Olímpicos, al punto que a esta altura todos le resultan similares, aunque haya ganado el bronce en Atenas, cuna del olimpismo. "Todos los Juegos para mí son iguales, no importa el lugar, los Juegos Olímpicos están más allá de lugar y las cosas de alrededor quedan al margen. Lo que yo más disfruto es el espíritu olímpico", manifestó.

Espínola se alegra de los logros argentinos en Atenas, donde su país obtuvo ayer su primera medalla de oro en fútbol, además de cuatro bronces desde el principio de los Juegos.

"Argentina viene subiendo mucho en las medallas. El deporte está creciendo y creo que se está notando, todo gracias al talento de sus deportistas", señaló.

¿Hay apoyo en su país para el deporte? "Creo que hay, dentro de las posibilidades. Es jodido con la situación del país decidir si se mete dinero en el deporte o se mete en otro lado", dijo.

Después de su medalla griega, Espínola ya no se quedará a la ceremonia de clausura de los Juegos, que se hará esta noche.

"Quiero volver y disfrutar este momento con toda mi familia y con toda mi gente", dijo. "Regreso mañana (por hoy) antes de la ceremonia. La verdad es que quiero volver a mi casa". (DPA)