Malestar en el bastión demócrata

Thomas Burmeister

Nueva York. - Con casi 300 manifestantes antiBush arrestados, el malestar se hace cada vez más latente en Nueva York, a medida que se acerca la Convención Nacional Republicana que nominará a George W. Bush como candidato a la reelección en las elecciones presidenciales de noviembre. El miedo a un nuevo atentado terrorista no es el único culpable del malestar, como muestran las encuestas. Los neoyorquinos se horrorizan de pensar en el caos de tráfico que habrá durante el acto de coronación de la candidatura de Bush en el Madison Square Garden, donde alguna vez fueron aclamados los Beatles o el boxeador Mike Tyson.

Nueva York, un bastión demócrata, es mayoritariamente hostil a los republicanos. La policía informó que desde el viernes, 286 personas fueron arrestadas durante protestas previas a la convención partidista, incluyendo 264 detenidos por bloquear una esquina céntrica durante una manifestación de 5.000 ciclistas ambientalistas.

Las autoridades de EEUU esperan a más de 250.000 opositores de Bush provenientes de todas partes del país, así como de Canadá y países lejanos como Alemania. El jefe de la policía de Nueva York, Raymond W. Kelly, lo toma sin embargo con calma. "Estamos preparados", dice el hombre que está al frente de una de las fuerzas policiales más poderosas del mundo con 36.000 hombres y mujeres a sus órdenes, al presentar ante la prensa el nuevo equipamiento para sus grupos especiales, adquirido por varios millones de dólares.


Una ciudad armada
Minihelicópteros que pueden volar sin problemas entre las torres de acero y hormigón de Manhattan son capaces de iluminar hasta el último rincón de las calles neoyorquinas con sus focos superpotentes. Motosierras manuables permiten a los agentes especiales cortar los eslabones de manifestantes que se encadenen a verjas o árboles. También cuentan con los megáfonos ya probados en Irak, que, a un costo de 35.000 dólares por unidad, pueden espantar a grupos reunidos a hasta un centenar de metros con sus sonidos insoportables para cualquier oído. A ello cabe agregar el arsenal convencional de gases lacrimógenos, balas de goma, carros hidrantes y blindados de asalto.

De llegar a ponerse en acción todo este dispositivo policial, podrían verse severamente dañadas las posibilidades electorales del candidato demócrata John F. Kerry. Los estadounidenses de clase media en el resto del país no verían en las protestas violentas en la ciudad que sufrió el 11-S otra cosa "que caos y anarquía", escribió la revista liberal New York. La demanda por un presidente que imponga "ley y orden" acallaría todo pedido de cambio en la Casa Blanca. (DPA)

Manifestantes antiaborto en Brooklyn.