| domingo, 22 de agosto de 2004 | Consejos útiles * No pretender que la disfluencia no exista, sino poder hablar de ese problema con el niño y sus compañeros.
* No decirle "pensá antes de hablar", "respirá", "pará y volvé a empezar" o "relajate"; sólo trate de modelar su lenguaje lentificado.
* No completarle la frase, ocasionalmente reforzar su respuesta repitiéndola.
* No baje la mirada ni demuestre lástima o impaciencia. Manténgase calmo, sin perder el contacto normal de la mirada. Muéstrese interesado en lo que está diciendo.
* No esté más atento cuando aumenta la disfluencia, actúe como lo hace cuando el niño está fluido.
* El medio que lo rodea influye directamente sobre él. La actitud que tengamos como padres, docentes y amigos será muy importante. Cuanta mayor comodidad le demos para hablar, aumentaremos su confianza y seguridad. enviar nota por e-mail | | |