Esteban Velázquez: "Yo no lo maté, soy inocente"

Admite que tiró hacia donde estaba Pocho, pero "con balas de goma". Los testigos dicen que el disparo mortal partió de su patrulla. El afirma que provino de otro lado. Y que su compañero Pérez efectuó dos escopetazos

Jorge Salum / La Capital

Confiesa que no esperaba que lo condenaran, jura una vez más que es inocente y acepta su situación como el resultado de "la voluntad de Dios" y no de los hombres. El agente de policía Esteban Ernesto Velázquez dice que él no asesinó a Claudio Hugo Lepratti y cree que la Justicia todavía puede absolverlo. Aunque un fallo de primera instancia ya lo sentenció a 14 años como autor material del homicidio del militante social que dejó todo para ayudar a los niños humildes de los barrios Ludueña y Las Flores, Velázquez dice que su conciencia está en paz y espera con algo de ansiedad el veredicto del tribunal que revisará la condena.

Nunca antes había concedido una entrevista. "Es la primera vez que voy a dar públicamente mi versión de los hechos", dice el viernes cuando recibe a La Capital en el lugar donde está recluido, un penal del Batallón de Infantería ubicado en la Jefatura de Policía de Rosario. Se muestra seguro, contenido y no elude ninguna pregunta. Tampoco ha puesto condiciones para hablar ni restricciones sobre algún tema. En una hora nunca se lo verá abatido, aunque no ocultará su tristeza cuando hable de Elías y Macarena. "El tiene ocho y ella dos años. Por suerte vienen a visitarme todos los domingos", cuenta.

Dice que le gustaría encontrarse algún día con los padres del hombre al que llamaban Pocho. "¿Por qué no, si yo no lo maté?", dispara. Es él y no el periodista quien hará referencia a las otras muertes atribuidas a la policía el 19 y 20 de diciembre de 2001. "Fueron siete y hay que investigarlas". Más adelante lanzará la hipótesis de que el disparo que mató a Lepratti tal vez provino de la avenida de Circunvalación y sorpresivamente sugerirá que probablemente lo hicieran otros policías.

"Eso es lo que tendría que investigar la Justicia", afirma Velázquez sin soltar la Biblia que él mismo ha colocado delante suyo y del entrevistador.

-¿Cómo tomó la sentencia que lo condena a 14 años de prisión como el autor del homicidio de Lepratti?

-Fue dura, no la esperaba. Soy inocente, no lo maté y creo que las pruebas del expediente lo demuestran.

-Si es así, ¿por qué lo condenaron?

-Porque a alguien tenían que culpar. Como me dicen siempre muchos jefes cuando vienen a visitarme, soy algo así como un preso político.

-Esa respuesta da la idea de que alguien tenía que ser acusado y le tocó a usted, pero el hecho objetivo es que a Lepratti lo asesinaron y usted estaba ahí.

-No sólo Lepratti, acá hubo siete muertos y hay que investigar. Los mismos testigos dicen que en la avenida de Circunvalación había móviles y policías disparando hacia el barrio Las Flores. Yo quisiera que la Justicia investigue qué móviles estaban ahí.

-¿Usted disparó su escopeta aquel día?

-Si, hice un disparo pero con cartucho de goma, que fue secuestrado. Hubo tres disparos y hay tres cartuchos secuestrados. Todos son de goma y uno lo entregó una testigo de la causa.

-¿Usted mismo cargó sus cartuchos?

-No, la escopeta estaba a cargo del cabo primero (Marcelo Fabián) Arrúa. Lo único que hice fue montar la escopeta y efectuar un disparo al aire. Después me subí al móvil.

-¿Hacia dónde apuntó la escopeta al hacer ese disparo?

-Al aire, al bulto. En ningún momento tuve la intención de lastimar a nadie. El 19 de diciembre había una batalla campal e incluso hay compañeros míos que fueron heridos de bala y todavía las tienen en el cuerpo, pero nosotros no cargamos las escopetas con plomo.

-¿Antes de disparar vio que arriba de la terraza de la escuela había gente?

-Sí, los vimos. No los conocíamos pero vimos que había gente. Incluso tampoco conocía bien a mis compañeros porque era mi primera guardia en el Comando Radioeléctrico de Arroyo Seco. Yo trabajaba en la comisaría 2ª y hacía mucho tiempo que trataba de ir a Arroyo para terminar la secundaria y estar cerca de mi familia. Además, tenía un proyecto para abrir un centro de rehabilitación para drogadependientes. Ya habíamos organizado un recital para eso y hasta fuimos felicitados por los concejales. Ese día entré al Comando Radioeléctrico a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde pasó lo de la escuela. Uno por ahí no se explica los propósitos de Dios, pero bueno, acá estoy. Hace 16 años que soy evangélico, toda mi familia lo es desde mi bisabuela y creo que si él me puso acá será para algo.

-¿Sus compañeros Arrúa y el sargento Rubén Darío Pérez también tiraron hacia la terraza?

-Pérez efectuó dos disparos.

-¿Quién de ustedes tres discutió con Lepratti cuando él les reprochó a gritos que estuvieran disparando sus escopetas cerca de una escuela, en un lugar donde había chicos?

-Yo no discutí con nadie. Ese grupo de gente insultaba y tiraba piedras, pero yo no dije nada.

Los jefes le dicen a Velázquez que es un preso político.