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 domingo, 15 de agosto de 2004

La autopsia, eje del plan defensivo

Horacio Corbacho es un abogado de perfil muy bajo. Esta vez, sin embargo, rompió su propio molde. Dejó hablar al agente Esteban Velázquez y también lo hizo él. "La base de mi alegato ante la Cámara Penal va a ser que el juez Ernesto Genesio no tuvo en cuenta una pericia forense. Esa pericia favorece a mi cliente porque prueba que él no pudo haber matado a Lepratti", anticipa.

Corbacho refiere al informe de autopsia del médico forense Víctor Frigieri, quien luego amplió sus explicaciones sobre los indicios que halló en el cadáver de Lepratti al declarar en el juicio. Frigieri explicó que el recorrido del proyectil dentro del cuerpo fue de izquierda a derecha y levemente descendente. Según Corbacho, eso es incompatible con el recorrido que hubiese tenido que describir el plomo si el disparo hubiese sido efectuado por Velázquez. "Si lo hubiera hecho él, el recorrido debió ser de derecha a izquierda y en sentido ascendente", asegura.

Corbacho protesta porque el juez "no dedicó ni siquiera una línea de su fallo" a analizar esta pericia. "Y cuando un juez descarta una pericia técnica, tiene que explicar por qué no la tiene en cuenta. Pero Genesio no lo hizo y cuando se lo planteé personalmente no me dio ninguna explicación", afirma.

Irónico, el abogado argumenta que si Velázquez fue el autor del disparo mortal, entonces el proyectil describió una parábola en forma de anzuelo. "Sería el único caso de un plomo que da una curva". Alegará eso a los miembros del tribunal que deben revisar la sentencia.

También refiere a la ausencia en este caso de lo que los expertos en balística denominan "flor de dispersión". Esto no es más que la sucesión de impactos en abanico de los perdigones que componen un proyectil de escopeta. "En la pared donde estaba la víctima de este caso no había más impactos, y tampoco en su cara o en los hombros", alega. Para él es una prueba más de que su cliente no pudo ser el autor de esta muerte.

Por último cita una pericia según la cual el proyectil de una escopeta de caño largo disparada a 100 o 150 metros de distancia pudo haber impactado en el cuello de Lepratti. Para Corbacho esto es compatible con el recorrido descendente del proyectil dentro del cadáver y cierra con la hipótesis de un disparo efectuado desde la avenida de Circunvalación, que está a mayor altura que la terraza de la escuela donde estaba la víctima. Velázquez, que lo escucha atentamente, cree que es la forma de explicar el crimen. "La Justicia tiene que investigar qué móviles estaban en la Circunvalación y quién disparó desde allí", desafía.

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