| domingo, 13 de junio de 2004 | La complejidad afectiva Las presiones sociales y familiares, las expectativas personales depositadas en un proyecto de familia, los arrepentimientos del agresor, el resorte económico, la tenencia de los hijos. Todos esos factores se conjugan, según especialistas en violencia familiar, para que la situación de violencia se siga reproduciendo. "En este caso, en el año 2003, la mujer denuncia violencia contra ella misma, no contra sus hijos. Se la ve muy vulnerable, se la acompaña desde el servicio a hacer la denuncia en Tribunales y se gestiona la exclusión de hogar del marido.
Luego se armó una red social de contención con los vecinos y efectores del barrio. Pero en estos casos siempre encontramos una espiral de la violencia: es un proceso en el que a las discusiones, el maltrato y el estallido de la agresión le sigue el arrepentimiento. Estamos hablando de relaciones familiares complejas. Hay un trato violento, pero para la mujer el agresor es parte de su familia", sostiene la Coordinadora del Programa de Violencia Familiar de la SPS, Mariana Alonso. enviar nota por e-mail | | |