Ocurrió en Balcarce y Zeballos. No hubo víctimas pero los daños son cuantiosos

Cavaban los cimientos de un edificio y se derrumbó la casa de al lado

El hombre llegó a su hogar y notó que el portón del garage no cerraba. Alcanzó a avisar a los obreros y les salvó la vida

El abogado Andrés Bril vio que la puerta automática de su garage no cerraba y se preocupó. Salió a la calle, miró la vereda y detectó una rajadura. Sin dudar un instante, pidió a su hija que saliera de la casa y les advirtió a quienes cavaban los cimientos de un edificio vecino de nueve pisos que algo andaba mal. Unos minutos más tarde, la medianera cedió y destruyó el garage, el patio, la cocina y una habitación superior de la casa del abogado. Por fortuna no hubo víctimas.

El derrumbe ocurrió ayer, cerca de las 17, en Balcarce y Zeballos. En esa esquina, y bajo la proyección y dirección técnica de la firma Gastón/Hancevic & Asociados, se construye el edificio "Gestar 6", una torre de nueve pisos.

Medianera de por medio con la obra, en una amplia casa con ladrillos vistos ubicada en Balcarce 1507, viven Bril y sus dos hijas de 20 y 30 años.

El abogado llegó cerca de las 16.30 a bordo de su camioneta Chevrolet Blazer y realizó el mismo movimiento que hacía todos los días. Accionó el control remoto del portón del garage y entró a su domicilio sin problemas. Claro que los inconvenientes comenzaron justo en el momento en que empezó a cerrarse la puerta. "Detecté que no cerraba bien y comencé a examinar qué pasaba. Salí a la calle y vi que el portón estaba en falsa escuadra. Ahí me di cuenta de que la pared se estaba moviendo y empecé a ver algunas rajaduras", recordó.

Sin demorar un instante, les advirtió de las rajaduras a los obreros que realizaban un gran pozo al lado de su casa con la intención de erigir los cimientos del futuro edificio, pidió a su hija que saliera a la calle y sacó la camioneta. Unos minutos después, todo se derrumbó.

"Si no nos avisaba el dueño de la casa, quedábamos todos aplastados", admitió unas horas más tarde uno de los obreros. Lo mismo subrayó Bril, que no podía salir de su asombro. "Llegué y a los quince minutos se cayó todo. Si yo no venía y detectaba lo que estaba pasando, acá podría haber ocurrido una tragedia", estimó.

Lo cierto es que el abogado fue precavido. No sólo advirtió del peligro a los obreros y a la menor de sus hijas -que en ese momento estaba dentro de la casa-, sino que hasta tuvo tiempo de cortar la luz y tomar su filmadora, con la que registró todo el derrumbe. "Pude ver cómo se derrumbaba todo en minutos", indicó.


Malas vibraciones
Uno de los que llegó ayer hasta el lugar del derrumbe fue el director de Obras Particulares de la Municipalidad, Eduardo González, quien estimó que "el accidente se produjo porque se descalzaron los cimientos de la pared que es medianera con la obra en construcción".

El funcionario indicó que "las vibraciones de las máquinas pudieron haber provocado ese descalce de la base de la medianera de la casa".

González advirtió además que los técnicos de la repartición que comanda elaborarán un informe para tratar de determinar qué fue lo que causó el desmoronamiento de parte de la vivienda. "Puede haber miles de causas", afirmó el funcionario antes de indicar que ahora se deberán evaluar los daños ocasionados y se determinará si hay que demoler alguna parte de lo que quedó en pie.

Los responsables de la obra son los arquitectos Christian Gastón y Juan Blas Gastón, a quienes se suma Nicolás Hancevic, según reza el cartel emplazado dentro de los límites de la construcción. Allí también figura el ingeniero Gonzalo Garibay -hermano del actual secretario de Obras Públicas municipal- como responsable del cálculo de estructura. (ver aparte)

Los inspectores de Obras Particulares que se acercaron ayer hasta el lugar del derrumbe se preocuparon por remarcar que la obra estaba habilitada. Es más, el propio director de la repartición indicó una y otra vez que "Gastón es un profesional serio y responsable" y subrayó que horas después del derrumbe constató que en la obra "tenían toda la documentación en regla".

Mientras tanto, los vecinos no salían de su asombro y se agolparon en la esquina de Balcarce y Zeballos para observar los restos de una cama que asomaba entre los escombros de la medianera.

Por ahora, los Bril pasarán algunas noches en un hotel céntrico hasta tanto la empresa constructora les alquile una casa. "Los responsables de la obra me aseguraron que no van a continuar la construcción del edificio hasta que terminen de reconstruir mi casa", señaló el abogado.

Relajado y cerca de las 20, subió a la camioneta junto a sus dos hijas y saludó a un conocido. "Se cayó todo", le dijo al pasar.

Tras la caída de la medianera quedaron al desnudo habitaciones y muebles de la casa.