| domingo, 30 de mayo de 2004 | "Mi único heredero es el pueblo" Santiago de Chile (enviado especial).-
Carlos Menem no quiere mencionar a ningún dirigente como su continuador político y apela a la conocida frase de Juan Perón: "Mi único heredero es el pueblo". Mantiene un buen concepto de Carlos Reutemann, de quien dice que fue "un excelente gobernador", aunque últimamente casi no crucen palabras. Si bien los chilenos lo tratan muy bien, extraña Argentina y se queja de no poder jugar al golf por el yeso que lleva en su brazo derecho.
"Mi único heredero es el pueblo, eso decía Perón, y yo soy su discípulo", señala Menem, evitando que sus palabras se constituyan en un salvavidas de plomo para algunos dirigentes del PJ. Asegura, sin dar nombres, que "todas las semanas" lo visitan dirigentes para hablar de política (espera por estos días a una delegación santafesina).
Respecto de Santa Fe, recuerda las obras que impulsó desde su gobierno (puente Rosario-Victoria, dragado del río y autopista Rosario-Córdoba) y menciona que su relación con Reutemann "es normal, no hablamos muy seguido", pero lo califica como "un excelente gobernador" que "trabajó bien como senador". Aún lamenta que el Lole "no haya sido nuestro candidato a presidente en el 99. No quiso aceptar cuando le hice el ofrecimiento... Menos mal que fue candidato a gobernador, si no lo hubiese sido tal vez hubiéramos perdido en Santa Fe".
Desde el departamento del barrio Las Condes, destacó que los chilenos lo tratan "muy bien" en todas partes, tanto cuando sale solo como cuando lo hace con su esposa, Cecilia Bolocco. "Antes iba a jugar al golf, pero todavía tengo el yeso", aclara. "Ya no sé qué hacer para que me crean, llevo casi cinco meses con este problema", se planta, conocedor de que muchos aún dudan de su lesión.
Cuando se habla de Argentina, deja salir a flote su nostalgia: "Extraño todo de mi tierra, mi gente, mis amigos, el resto de mi familia", dice con un dejo de tristeza, ya que "ninguna persona que debe dejar su país puede sustituir ese sentimiento", más allá del amor que -reitera- le "prodiga la gente de Chile".
La cara se le ilumina cuando habla de su hijo Máximo y de su nieto Luca, a quien conoció hace unos días, cuando Zulemita lo llevó a Chile. Para él, "lo difícil a esta altura de la vida es ser padre y abuelo a vez" y, entre risas, comenta que va a tener que "preguntar cómo hace el padre de Julio Iglesias, que a los 88 años va a tener un nuevo hijo". enviar nota por e-mail | | |