| domingo, 16 de mayo de 2004 | Newell's empató por falta de inteligencia No supo manejar los 2 goles de diferencia y repartió puntos con Racing Alejandro Cachari / La Capital Varios caminos y unos cuantos atajos. El recorrido más corto o el trecho más largo. Todos los senderos conducen a una misma conclusión. A pesar de los atenuantes, Newell's no supo manejar la ventaja que le sacó a Racing en el primer tiempo y terminó perdiendo dos puntos vitales en la tabla acumulada, que clasifica a los equipos para la Copa Libertadores y la Sudamericana. Silvani puso el dos a cero a los 8 minutos y a los 29' del primer tiempo, Lisandro López descontó a los 23' del segundo y el Mudo Grabinski lo empató a un minuto del final.
Si antes del partido el empate era poco remunerativo para las aspiraciones de máxima que tiene este equipo de Gallego, después del desarrollo el resultado es francamente perjudicial.
Newell's no supo manejar la ventaja que consiguió gracias al oportunismo y concentración de Silvani y los errores garrafales de la defensa de Racing. Necesitaba inteligencia y sólo la encontró en Guillermo Marino. Requería pausa para el vértigo y sólo la encontró en el mismo futbolista. Debía ponerle una cuota de sacrificio y despliegue, y allí sí encontró algunos compinches para el Científico.
Alguien patentó alguna vez que el 2 a 0 era el peor resultado, pero como dijo Silvani al final del encuentro ya en los vestuarios "a mí dame los dos goles de diferencia y después hablamos". Señal y sentencia inequívoca: a Newell's le pasó el tren por delante de su cara y no supo cómo hacer para subirse.
Cucurucho facturó el primer obsequio de la defensa local a los 8 minutos: un comienzo soñado para un equipo que llega con pretensiones a la casa de un grande. El propio Silvani encontró el segundo regalo a los 29: una diferencia que debió ser definitiva si Newell's hubiera actuado a la altura de las circunstancias de ahí en más.
Lisandro López descontó con una media vuelta a los 23 del complemento y Grabinski lo empató a los 44' cabeceando en la raya del arco. Una clara muestra de que Newell's careció de inteligencia y capacidad de manejo para conducir el desarrollo a partir de sus goles, la desesperación de Racing y la enorme presión que le bajaba de las tribunas.
Es cierto que los rojinegros tuvieron chances clarísimas para aumentar en el complemento: a los 17' Cuenca se lo sacó a Patiño, a los 37' el arquero le ganó la pulseada a Marino, a los 41' Rosales la hizo rebotar contra el travesaño y a los 47' Morales se comió un gol increíble cuando la tocó débil ante un indefenso arquero de Racing.
Newell's decidió cambiar golpe por golpe casi siempre. Eso demuestra que no hizo una buena lectura del partido. ¿Para qué ofrecerle la cara si lo único que hacía el equipo de Fillol era, como si se tratara de un boxeador a punto de ser noqueado, tirar sin ton ni son?
Después, cuando llegó el momento de proteger el resultado, Newell's se metió muy adentro y le regaló a Racing todo el campo para que se quedara a vivir cerca de Palos.
Lo tenía y desperdició. Lo ganaba y se lo empataron. El saldo es negativo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Patiño saca un remate y observa hacia donde va la pelota. El Viejo hizo un buen partido. | | |