| | domingo, 09 de mayo de 2004 |
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-El nuevo orden internacional, inminente no según el tiempo del hombre y necesario, se basará en la aplicación por fin del código de principios concedidos por Dios a la humanidad y jamás ejecutado. Este código lleva impresas con letras de oro las palabras "amor y justicia" y quienes lo sustenten serán los líderes que pertenezcan al "gran linaje real". Pero no quedarán exentos de la convocatoria y la tarea aquellos que sean dinásticos en espíritu aunque carentes de sangre real. Y esta casta encargada de liderar el gran cambio no provendrá de las casas reales que apabullan con su pompa y glamour y sus ostentosas riquezas mientras millones de niños mueren de hambre en el mundo; ni serán sus integrantes líderes de corporaciones económicas que han transformado al hombre en un número porque ellos mismos representan al "666", ni tampoco estos líderes políticos por todos conocidos que como "lobos rapaces disfrazados de ovejas" han devorado los derechos del hombre. Estas palabras con las que empecé la charla de este domingo suponen un delirio místico, pero es lo que vendrá y que ya se está gestando.
-¿Tan seguro está?
-Sí, porque el espíritu sublime que crea no crea para el fracaso, sino para el éxito. Dios, el mayor de los creadores, no permitirá que su obra fracase y ella está destinada a la perfección aun cuando su criatura neciamente se empeñe en deteriorarla. Hace pocos días atrás hablando precisamente de este tema con una profesora de semiótica, ensayista, erudita, tan talentosa como seguidora de Marx, se quedó asombrada gratamente cuando le dije que yo tenía fe en un cambio y a pesar de nuestras discrepancias ideológicas descubrimos que confluíamos en muchos puntos trascendentes. Yo utilicé la expresión: "El reino de los justos" al hablar del cambio en el orbe y ella de buen grado dijo que ese reino olía a religiosidad. Entonces humildemente desplegué mi teoría que, aclaro, nada tiene que ver con la teocracia.
-¿Cuál es esa teoría?
-Que no hay que temerle a la religiosidad, pues la religión no es sólo el cumplimiento de un dogma y la observancia de un rito, el concepto de religión es mucho más trascendente, es la aplicación de principios indispensables para la armónica convivencia social. El hombre tiene derecho a creer y a aspirar a un cielo eterno después de esta vida, pero también tiene derecho a alcanzar ese "cielo" aquí en la tierra y eso sólo lo podrá lograr si aplica los principios de "amor y justicia" dados a conocer por la divinidad o esa energía superior a la humanidad a través de dos grandes códigos: La Torá y El Evangelio. El concepto falso y aberrante de que el hombre vino a este mundo a soportar una prueba, a sufrir, es una visión arbitraria y distorsionada del carácter de Dios y con tal concepto sólo se sigue justificar el egoísmo humano, porque si la humanidad sufre no es por la acción de Dios, sino por la acción del propio hombre.
-¿Usted Candi se convirtió al tercermundismo o a la New Age?
-Ni una cosa, ni la otra, sólo que debemos comprometernos con ese cambio Inocencio. En la medida que cada uno modifique sus actitudes se agilizará, se hará más rápida la transformación global, como decíamos ayer. Primero uno, después el entorno inmediato (la familia), luego el escenario más amplio hasta exigir el advenimiento de nuevos líderes y nuevos órdenes basados, como dije, en el amor y en la justicia. Es necesaria una introspección para luego iniciar los cambios que en lo personal deben ir hacia la tolerancia, comprensión, paciencia, equidad, solidaridad, actos y juicios de valores justos, perdón y paz interior. En el orden social: justa distribución de la riqueza; orden correctivo, pero no destructivo; justicia; altruismo; observancia de todo aquello que contribuya al bien común; derechos básicos garantizados, libertad, pero no desenfreno en las acciones; paz. Vuelvo a decir lo que dije hace un tiempo atrás: en esta magnífica como relevante tarea no pueden estar excluidos ni los pensadores de izquierda, ni los de derecha, ni del centro, ni religiosos, ni agnósticos, ni ateos. Sólo una clase de ser humano debe ser excluido: el malo, aquel que no piense y crea que una sociedad mejor es posible y obre para lograrla.
Candi II | | |
 | "Es lógico que Duhalde juntara a Obeid y De la Sota en un mausoleo, porque son parte de la prehistoria"
Luis Juez
Intendente de Córdoba | Ver noticia  | |
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