| domingo, 28 de marzo de 2004 | Por mi gran culpa Central mejoró pero repitió vicios y perdió de nuevo Gustavo Conti / Ovación (Rafaela - Enviado especial) Los que se aferran a la mala suerte o a algún argumento por el estilo para explicar las cosas, dirán sin dudas que Mandinga metió la cola en Central. Dirán que recuperó la memoria futbolística, que creó las situaciones necesarias, que fue superior y muchos otros "que", y se sacarán los pelos porque no pudo ganar, pero difícilmente hagan hincapié en algo más simple para entender la nueva derrota. El equipo canalla perdió por su exclusiva culpa ante un rival inferior como Rafaela y sólo resaltando las falencias, pero también las virtudes que ayer regresaron, podrá salir del paso. Ninguna pócima mágica lo logrará.
Central hizo varias cosas bien ayer en Rafaela. Para empezar, volvió a confiar en su fútbol y en eso mucho tuvo que ver la levantada de Messera. Vitamina entonces recuperó el socio y a su alrededor se animaron a tocar, como Ruggiero, Ferrari, o hasta el mismo Yerbatero. Tuvo además actitud. Se le notó ganas de revertir su suerte y, sin dudas, creó la cantidad de situaciones más que suficientes para desnivelar. Pero...
Central pecó de una inocencia poco creíble en las dos áreas. En la de enfrente, porque definió para el lucimiento de Comizzo, desperdiciando opciones tan claras que difícilmente las tenga en cantidad en otros partidos. Muy bien el veterano arquero rafaelino pero muy mal Herrera para definir. También Sánchez y Papa tuvieron las suyas pero no pudieron ubicar mejor sus remates.
La impericia canalla alentó los fantasmas de los malos augurios en un primer tiempo sin respiros, porque Rafaela, con sus limitaciones a cuestas y los nervios por la situación que atraviesa, también complicaba con la altura de Jiménez, a quien Carbonari raramente pudo ganarle. Y porque Central, por su estilo y sus jugadores, también propicia el libre tránsito en el mediocampo.
Pero cuando Semino estampó su precioso tiro libre, nada tuvieron que ver agentes extrasensoriales. Gaona se apuró en una salida y le entregó el fierro caliente a Carbonari en la medialuna. Petaco se embatató y Césaro se la robó. Consecuencia: falta y golazo del lateral rafaelino. La debacle se extendió enseguida con Gandín, quien culminó una jugada de libre maniobra de Del Bono.
Ni el golazo de Carbonari, con un exquisito tiro libre, levantó a Central porque enseguida todos se durmieron en un tiro libre ganado por Césaro. Larrosa tocó libre para Juárez y su centro fue cabeceado al gol por Villa.
Telón. Central puso empuje, intentó algo tras la inocentada de Comizzo al final pero cayó por los viejos vicios. Mejoró ofensivamente pero erra todo y comete fallas tontas que le cuestan demasiado. Nada de brujas. Entre tantas pálidas, lo alentador es al menos saber el diagnóstico y que no se ha tocado fondo pese a que los resultados digan lo contrario. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los canallas sumaron su quinta derrota consecutiva. | | |