Crisis. El gobernador liderará una comisión junto a Duhalde

Santa Fe logró todo lo que fue a buscar

Obeid ocupará una de las vicepresidencias y se habilitó a Reutemann para que integre la conducción partidaria

Walter Palena y Daniel Leñini / La Capital

El PJ santafesino obtuvo todo lo que se propuso en el accidentado congreso partidario que sesionó ayer en Parque Norte. Logró que el gobernador Jorge Obeid ocupe una de las cuatro vicepresidencias; la introducción de una cláusula que le permite a Carlos Reutemann integrar la nueva mesa de conducción.

Pero más allá de eso, los rostros de los santafesinos mostraron inocultable satisfacción por el desaire que el encuentro le dio a la idea de "transversalidad" fogoneada por la Casa Rosada. Y un plus: la ovación que acompañó al gobernador cordobés José Manuel de la Sota cuando éste demolió al jefe de Gabinete Alberto Fernández fue música para los oídos. Fernández, además de ser el que mima al socialista Hermes Binner según los peronistas locales, fue quien polemizó con Reutemann por el dinero aportado para los inundados.

La cláusula que posibilitó que Reutemann pueda asumir un rol destacado en la cúpula partidaria fue, de hecho, uno de los puntos que el peronismo provincial puso como condición para que sus congresales ingresen al recinto. La exigencia atendida establece que pueden integrar la mesa de conducción el "gobernador o un ex gobernador" de manera indistinta. Este punto no sólo beneficia a Reutemann sino también a ex mandatarios como al pampeano Rubén Marín.

Otro de los logros que mensuraron los peronistas santafesinos fue la designación de Obeid al frente de la denominada Escuela Superior Peronista para la Formación Política, un órgano partidario que compartirá con el ex presidente Eduardo Duhalde.

"Estamos doblemente satisfechos: el peronismo santafesino concurrió a Parque Norte con una postura única y conseguimos todo lo que planteamos", sintetizó el titular del PJ provincial, Angel Baltuzzi.

Esa sensación de victoria, sin embargo, quedó un tanto opacada por las diferencias que afloraron entre Cristina Fernández de Kirchner e Hilda Chiche Duhalde. "Espero que el presidente sepa hacer una lectura fina de lo ocurrido y que esa disputa que se vio no pase de lo verbal, que la sangre no llegue al río", dijo Baltuzzi con un tono contemporizador.

El diputado nacional consideró que el congreso de Parque Norte "mostró la voluntad e identidad del peronismo; el deseo de acompañar al presidente pero con una fuerte exigencia de respeto a las legitimidades que cada uno (de los gobernadores) se ganó en las provincias, a nivel partidario o institucional".

Baltuzzi señaló que "el congreso mostró eso y esperamos que todo el mundo haga la lectura correcta y que el presidente asiente la base principal de la gobernabilidad en este movimiento".

"Los errores, las discrepancias verbales pueden superarse en el futuro; si hay humildad y grandeza se puede superar, que es lo que deseamos todos. Ahora cabe un llamado a la unidad y ayudar a la gobernabilidad", amplió.

Pese a los gestos conciliadores, el cónclave partidario mostró por primera vez y públicamente el malestar de la mayoría del peronismo con Néstor Kirchner y su entorno más radicalizado.

Una de las primeras señales acerca de la dirección que iban a terminar ganando los ánimos estuvo cuando pidió la palabra De la Sota. A la mañana, por las radios, Fernández (ex colaborador de Domingo Cavallo) lo había criticado justificando la exclusión del cordobés del acto en la Esma.

De la Sota le contestó fuerte y se ganó la ovación: "No voy a tolerar que un funcionario del gobierno nacional ponga en tela de juicio mi militancia. Yo sí sé lo que es estar encapuchado, lo que es orinarse encima, lo que son los simulacros de fusilamiento y que le practiquen a uno el submarino". Los aplausos se colocaron largamente del lado del cordobés e iniciaron la tendencia con la que finalizó el congreso.

Hammerly y Obeid siguieron de cerca el enfrentamiento.