Crisis. Duro cruce entre la primera dama y Chiche Duhalde

Los kirchneristas pegaron un portazo y el PJ quedó fracturado

Cristina Fernández (silbada en el encuentro), Das Neves y Acevedo dimitieron a sus cargos partidarios

El congreso nacional del PJ eligió al gobernador jujeño, Eduardo Fellner, como presidente partidario, pero las deliberaciones estuvieron signadas por un profundo debate en el cual se enfrentaron la estructura duhaldista y el kirchnerismo, que renunció a integrar la nueva mesa de conducción.

El presidente Néstor Kirchner no participó del debate en el complejo Parque Norte y, además, su esposa, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, declinó integrar la mesa de conducción, y luego los gobernadores de Santa Cruz, Sergio Acevedo, y de Chubut, Mario Das Neves, dimitieron a los cargos partidarios. Tal como lo adelantó ayer La Capital, el peronismo está que arde y a punto de explotar.

Por primera vez en mucho tiempo, sin embargo, la disputa de cargos no estuvo en el centro del debate donde sí, en cambio, se ubicó el rol del peronismo, con referencia a los diez años de gobierno de Carlos Menem y la actitud frente a las leyes del olvido y los indultos, en una mirada retrospectiva.

Pero también se debatió el rol del PJ hacia adelante, en particular frente al proyecto transversal que se alienta desde la Casa Rosada.

Fellner deberá afrontar como nuevo titular consensuado entre Kirchner y Duhalde una crisis nunca imaginada hasta hace pocos horas y puesta de manifiesto en las deliberaciones del congreso, en uno de cuyos momentos más ríspidos polemizaron Cristina Fernández de Kirchner y Chiche Duhalde.

La discusión surgió luego de que la primera advirtiera que podía ser su "último congreso" en el PJ y la segunda replicara que "ningún compañero trasnochado crea que puede tener un proyecto serio fuera del justicialismo".

El auditorio, ampliamente duhaldista, aplaudió a Chiche, guardó un respetuoso silencio inicial con Cristina hasta que comenzaron los gritos y abucheó a los kirchneristas, con el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, como principal cuestionado.

Cristina encendió la mecha cuando dijo que el peronismo "debe dejar de dar lugar a las mujeres portadoras de apellido", lo que generó una fortísima réplica de Chiche, quien señaló que "no me pesa, soy portadora de apellido: me llamo Hilda Beatriz González de Duhalde y estoy orgullosa de serlo".

El presidente ya estaba alertado de que en el congreso crecía un clima antikirchnerista, ya que cerca de las 13 el gobernador Acevedo, partió de Parque Norte rumbo a la Casa Rosada para informarle de las negociaciones por la conducción y del mal ánimo que se palpaba.

"Sergio se dio cuenta de que el kirchnerismo iba a quedar en minoría a la hora del debate, que había muchos cuestionamientos a las posiciones del gobierno en ciertos temas y fue a la Rosada a dar la voz de alerta", explicó un colaborador del mandatario santacruceño.

"La respuesta del presidente fue clara: «Vayan y hablen, pongan la cara. Debemos dejar sentado qué es lo que pensamos»", dijeron las fuentes.

El clima ríspido del debate no tuvo ninguna relación con el reparto de cargos de la nueva conducción, porque la nueva mesa satisface a todos los sectores (incluso al menemismo, representado por el gobernador salteño Juan Carlos Romero), con la evidente excepción de De la Sota.

El gobernador cordobés era hasta hace pocos días número puesto para una vicepresidencia partidaria pero luego motorizó la solicitada de cinco gobernadores sobre el acto en la Esma que encendió la polémica dentro del PJ, durante la cual también fue acusado de reivindicar la "teoría de los dos demonios", que equipara la violencia estatal con la guerrillera.

Ese cargo quedó finalmente en manos del gobernador de Chubut, Mario Das Neves, quien desde un principio contaba con respaldo presidencial. Sin embargo, en horas de la noche, Das Neves renunció.

Acevedo pidió la palabra para contestarle a De la Sota, pero cuando mencionó al asesinado líder de la CGT José Ignacio Rucci fue interrumpido con fuertes silbidos y abucheos que le impidieron continuar. Al grito de "se siente, se siente Rucci está presente", luego cambiado por la Marcha Peronista, Acevedo solo pudo anunciar que renunciaba al cargo de secretario de Derechos Humanos del consejo nacional, ante la sorprendente pasividad del titular del Congreso, Eduardo Camaño, quien no exhibió la misma muñeca que muestra cuando conduce los debates en Diputados.

La advertencia más clara sobre la divisoria de aguas fue hecha por Cristina Fernández de Kirchner en su discurso, cuando, mientras se escuchaban algunos silbidos a su reclamo de autocrítica, dijo: "No es el primer congreso en el que no me dejan hablar, pero posiblemente tal vez entonces sí sea el último en el cual podamos encontrarnos", fueron sus palabras.

En otro punto de la compulsa, el congreso rechazó una propuesta del vicegobernador de Corrientes, Eduardo Galantini, para que se "amnistiara" a los dirigentes que fueron a las últimas elecciones por afuera del justicialismo, por caso, el gobernador de Misiones, Carlos Rovira.

El rol de Duhalde dentro del PJ, tal como lo pidió al congreso en su carta, será el de titular de la Escuela Superior Peronista para la Formación Política, secundado por el gobernador santafesino, Jorge Obeid.

Cerca de la medianoche, las renuncias de Acevedo y Das Neves parecieron vaciar de kirchneristas a la cúpula peronista, más allá de que Fellner haya sido propuesto en su momento por el presidente de la Nación.

"Estoy orgullosa de mi apellido", le dijo Chiche a Cristina.