Es la primera vez que una producción nacional gana el certamen oficial

"Buena vida delivery" ganó el festival de cine de Mar del Plata

La ópera prima de Leonardo Di Cesare logró el Astor de Oro. Alejandro Urdapilleta, elegido el mejor actor

Pedro Squillaci / La Capital

(Mar del Plata. Enviado especial).- "Buena vida delivery", la ópera prima del realizador Leonardo Di Cesare, ganó ayer el Astor de Oro al mejor largometraje en la competencia oficial del décimo noveno Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Una ovación respaldó la decisión del jurado, que además premió a Di Cesare como mejor coguionista del filme junto con Hans Garrino.

El Astor de Plata para el mejor largometraje de Iberoamérica fue para "O outro lado da rua" (El otro lado de la calle), una producción, franco-brasileña dirigida por el brasileño Marcos Berstein.

"No me lo esperaba para nada; esto es una sorpresa maravillosa. Es el premio más importante de mi vida y del país porque es un festival Clase A, y haberlo obtenido aquí es mejor, porque si hubiera ganado a 13.000 kilómetros no hubiese sido lo mismo", dijo exultante el cineasta argentino de 35 años que dirigió la producción franco-argentina, que compitió con otros 13 filmes de diversos países.

El festival superó las expectativas de los organizadores. Con la presencia de más de 110.000 espectadores que agotaron localidades todos los días esta edición ya dejó atrás a los 107.816 que asistieron al encuentro del año pasado, cuando aún restan conocerse los números definitivos.

Una tensa ansiedad se respiraba en la sala de prensa del hotel Hermitage en el mediodía de ayer. Los nombres de los candidatos iban y venían, pero no había una película que pintaba como firme, indiscutible en su camino hacia el Astor. Por eso, el murmullo generalizado del salón Colón se convirtió en un silencio espeso que apenas se rompía con algún cuchicheo de ocasión.

Seis de los siete integrantes del jurado oficial enfrentaron el duro trance. Ausente con aviso Domingos de Oliveira, María de Medeiros leyó la lista de ganadores de la competencia oficial secundada por Ana María Picchio, Angeles González Sinde, Ricardo Aronovich, Ernesto Pérez y Donald Ranvaud.

Con el Astor de Plata a la mejor actriz fue premiada la italiana Nicoletta Braschi por su protagónico en "Me piace lavorare" (Me gusta trabajar), donde compuso a una empleada sometida a las exigencias de una multinacional, y como mejor actor resultó premiado el español Luis Tosar, que encarnó el protagonista de Helbar en "El lápiz del carpintero", un premio compartido con el argentino Alejandro Urdapilleta, el particular tripulante de esa nave espacial tan bizarra en "Adiós querida Luna", del argentino Fernando Spiner.

"O outro lado da rua", protagonizada por Fernanda Montenegro, quien era fuerte candidata a ganar como mejor actriz, narraba las peripecias de una informante de la policía que lidiaba entre hacer Justicia y sortear su soledad.

De las dos menciones especiales, una fue para "Touching the void", la película inglesa de Kevin Mac Donald basada en un hecho real, que cuenta la travesía que emprendieron dos andinistas ingleses para escalar la cima del Siula Grande ubicada en los Andes peruanos.

La otra mención correspondió a "Dealer", de Benedef Fliegauf, que también se llevó el premio de la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina y de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) como mejor película del festival. Aunque la crítica especializada elogió el filme del húngaro Fliegau "por la búsqueda de un lenguaje audiovisual de avanzada", el trabajo, que hace una lectura sobre el derrotero de la vida de los drogadictos, es soporífero. Pero, también se llevó el Astor de Plata como mejor director, algo que sorprendió a más de uno y alegró al joven cineasta, presente en la sala.

El premio especial del público, a cuyo veredicto se llegó evaluando los formularios de votación que se repartían a la salida de las salas, fue para la española "El lápiz del carpintero", de Antón Reixa. El filme, que fue aplaudido en reiteradas oportunidades durante la exhibición en el Auditorium, está ambientado en la época previa al golpe franquista en la década del 30 a través de la mirada de un militar que lucha con sus contradicciones y se ve superado por el valor del amor y la condición humana.

El éxito de "Buena vida delivery" y el apoyo dado por el público marcaron un común denominador en este festival. La gente concurrió masivamente a las salas para ver las culturas de otras tierras, pero también se vio reflejada a sí misma con filmes de contenido social y de una nueva estética, que reafirma la identidad del cine argentino.

"Esta es una sorpresa maravillosa", atinó a decir Di Cesare al conocer el veredicto.